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María Barceló, la empresaria e influencer tía de Rafa Nadal
Suma más de cien mil seguidores en su cuenta de Instagram, donde aconseja sobre moda y muestra los rincones más bonitos de Mallorca
Su marido se llama Rafael Nadal, su hijo mayor Rafa Nadal y su sobrino Rafa Nadal.María Barceló es empresaria, «influencer» y también tía política del tenista aunque de su nombre y de su relación, asegura, «nunca me he aprovechado». Llega puntual a la cita, risueña y sin ningún tema tabú a pesar de que deja claro que su intimidad «es sagrada». Solo un año y medio después de abrirse un perfil en Instagram «por probar», suma ya más de cien mil seguidores, decenas de firmas con las que colabora y cuenta con una responsable de Comunicación para atender a los medios que la reclaman. También tuvo que contratar a una «community manager» para que gestionara sus redes sociales, pero al final «los seguidores se dan cuenta que tú ya no estás detrás y lo que buscan es cercanía».
¿Quién es María Barceló?
Estudié la carrera de Derecho y después aprobé las oposiciones de oficial de Justicia y me otorgaron una plaza en los Juzgados de Manacor, donde trabajé más de dieciséis años hasta que nació mi hijo pequeño. En ese momento decidí dejarlo porque me era imposible conciliar con las guardias y los turnos de noche. Me arriesgué y estuve un tiempo dedicándome al cuidado de mis niños. Luego llegó mi hermana menor con la idea de convertir una casa antigua familiar en un agroturismo y me sumé a la aventura. Hoy lo gestiona un matrimonio australiano y estamos muy contentas de cómo explotan el negocio. Después de esto, me encontré con que tenía mucho tiempo para mí y pensé en qué podía hacer laboralmente pero que estuviera relacionado con el mundo de la moda, que siempre me ha fascinado. Así fue como le dije a mi hijo que me abriera un perfil en Instagram sin tener ni idea de cómo funcionaba y empecé a subir «looks» de firmas «low cost» o de tiendecitas que hay aquí en Palma de Mallorca.
Año y medio después suma más de cien mil seguidores en Instagram… ¿Cree que es «efecto Nadal»?
No lo creo, porque muchos de mis seguidores desconocen que soy su tía. Mi perfil es muy blanco y no enseño nada personal, más allá de mis hijos y de manera muy ocasional. La única foto que hay en mi muro junto a Rafa es de cuando ganó otra vez el torneo de Roland Garros en 2020. La subí a la nube porque era una forma de decir «oye, estamos aquí después de toda la pandemia y parece que vamos a salir de esta». Me parecía que era una bonita forma de celebrar. Pero nunca me he aprovechado de su nombre. Jamás lo haría. Alcanzar esa cifra de los cien mil seguidores es el resultado del trabajo duro y constante diario, y es una gran responsabilidad porque hay unas marcas que confían en mí y tengo que cumplir con estos contratos, y también me debo a mis seguidores, a los que contesto uno a uno siempre.
¿Le pesa eso de formar parte del clan del tenista español más laureado de la historia?
Para nada, es muy fácil. Llevo en esta familia maravillosa más de dos décadas y siempre me he sentido muy querida y respetada. Es cierto que no puedo evitar que me relacionen con Rafa y que me pregunten por él, pero mi trabajo está por encima de todo. Es bien bonito lo que hago, dar visibilidad a un perfil de mujer, el de 40 años en adelante, que se cuida y que se preocupa por su imagen. Instagram está lleno de chicas jóvenes que nos muestran productos y artículos que, en realidad, solo pueden adquirir las mujeres con más años y una situación económica más óptima y holgada. Creo que esto es lo que gusta y la clave del éxito de mi perfil social.
¿Le siguen en Instagram su sobrina Maribel Nadal y la mujer de Rafa, Mery Perelló?
Sí, claro. Ellas tienen un estilo muy diferente al mío, pero son dos niñas super elegantes. Maribel tiene una clase brutal, y María Francisca viste muy bien. Las tres somos mujeres distintas, pero siempre dispuestas a ayudarnos y apoyarnos en lo que necesitemos.
¿Nunca le han dicho eso de «ten cuidado, qué vas a hacer», teniendo en cuenta que la discreción es la bandera de la familia Nadal?
Esta familia tiene una cosa muy buena y es que nadie se mete en la vida de los demás. Fíjate que Maribel tiene un montón de seguidores y nadie le ha dicho nunca nada. Saben lo que hago y que me va muy bien, pero ya está. No ha habido nunca ningún reproche por parte de la familia.
Tampoco es que sea usted de meterse en muchos jardines…
Nunca entro en temas polémicos ni controvertidos, ni me gusta hablar de política en mi vida pública. No tengo muchos detractores ni comentarios despectivos por parte de mis seguidores, y eso es satisfactorio.
¿Entonces, en su vida privada no se muerde la lengua?
Soy una mujer con muccho carácter. No lo voy a ocultar. Toda la familia lo tiene y si estamos en desacuerdo con algo lo decimos sin cortarnos. Nuestros encuentros familiares son intensos y divertidos.
¿Comentan en esos momentos privados los rumores o los titulares de las revistas y los periódicos que hablan de la familia?
Jamás. Es una regla innata. Es que me parece una falta de respeto que se esté preguntando todo el rato si te vas a a casar, si vas a a tener hijos, si estás embarazada… en casa estos temas es que ni se comentan. Mi vida privada es mía, está zanjada. Y es norma para todos.
¿Le he oído en alguna ocasión que le dicen en casa que es la tía díscola?
Lo que soy es la tía transgresora. (Risas). Pero poco más.
Ahora que se acercan las fechas navideñas… ¿Cómo suelen ser esas reuniones? ¿Condicionan los torneos de tenis de Rafa Nadal las celebraciones familiares de los Nadal?
Nosotros no vamos a viajar a Abu Dabi (Rafa ha confirmado que regresa a las pistas el 16 de diciembre en el torneo que se celebrará en la capital de los Emiratos Árabes). Nos quedaremos en Porto Cristo para pasar las fiestas como una familia normal. Disfrutaremos de Nochebuena y de Navidad todos juntos comiendo sopa de la reina, el pavo, fiambres… y chocolate con ensaimada de postre, esto no falla ningún año.
¿Qué va a incluir en su lista de deseos para 2022?
Pues la verdad es que todavía no tengo claro hacia dónde voy a dirigir mi futuro. Lo mismo llego más lejos con mi cuenta y gano nuevos seguidores, que un día me levanto y decido cerrarla porque esté cansada o agobiada. Ahora mismo solo puedo decir que soy una mujer plenamente feliz. Este trabajo no solo me gusta, sino que también me da la vida. Así que lo que quiero pedir para el próximo año es que haya salud para todos, también trabajo y que podamos vivir en la antigua normalidad, porque parecía que el coronavirus se había acabado y no.
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Agradecimientos: La fotografía que ilustra la entrevista forma parte de una sesión realizada por el fotógrafo Juan Pérez con maquillaje y peluquería de Erika Estrela y vestuario de Lola Casademunt, C&A Premium y So Kool Mallorca, con colaboración del Hotel Cappuccino Cort, el Nivia Born Boutique y la organización de Marilena Estarellas.
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