Fallecimiento
La autopsia de Gene Hackman desvela su devastador historial médico
El actor convivió ocho días con el cuerpo de su esposa fallecida antes de morir de un infarto en su casa de Nuevo México
El mundo del cine aún llora la pérdida de Gene Hackman, leyenda de Hollywood y protagonista de películas inolvidables como "The French Connection" o "Arde Mississippi". Fallecido a los 95 años el pasado mes de febrero, los detalles que rodean sus últimos días revelan una historia estremecedora. Según ha trascendido ahora gracias a los informes finales de la autopsia, Hackman convivió durante ocho días con el cuerpo sin vida de su esposa, Betsy Arakawa, en su mansión de Santa Fe, Nuevo México, sin ser plenamente consciente de la tragedia.
Ambos fueron encontrados en estado de momificación por un trabajador de mantenimiento que acudió a la vivienda alarmado por la falta de contacto. Junto a los cuerpos, también fue hallado uno de los perros del matrimonio, muerto. Las primeras investigaciones determinaron que Betsy, pianista de profesión y 30 años más joven que Hackman, falleció tras contraer un raro contagio de hantavirus. Gene, por su parte, murió de un infarto, según los registros de su marcapasos, que mostraron actividad por última vez el 17 de febrero.
Problemas de salud
El informe de la autopsia final, publicado por medios estadounidenses como Daily Mail y confirmado por la cadena Fox, revela un historial médico devastador. Hackman padecía insuficiencia cardiaca congestiva, severos daños renales crónicos y había pasado por múltiples intervenciones cardíacas: llevaba un marcapasos desde 2019, tenía stents en la arteria coronaria, había sido sometido a un bypass y a un reemplazo de la válvula aórtica.
Pero no sólo su corazón estaba gravemente deteriorado. El actor sufría además Alzheimer en fase avanzada, una enfermedad que habría mermado su capacidad de darse cuenta del fallecimiento de su esposa. Las autoridades forenses consideran plausible que Hackman no fuera plenamente consciente de su entorno en sus últimos días de vida.
Betsy Arakawa fue, hasta el final, su principal y única cuidadora. Juntos compartieron más de tres décadas de vida, y ella asumió en solitario el duro papel de acompañarlo en su decadencia física y mental. Su muerte, repentina y aislada, dejó a Hackman en una situación extrema de vulnerabilidad que, inevitablemente, precipitó también su propio final.
Con la publicación de los informes forenses, el adiós a Gene Hackman se convierte en un retrato crudo y conmovedor de la fragilidad humana, incluso en las mayores leyendas.