Versiones enfrentadas

La casera que desahució a Julián Contreras: “Me ha dejado a deber más de 20.000 euros y la casa bastante mal”

La mujer que le alquiló una vivienda al hijo de Carmina Ordóñez niega que le haya pagado lo que le debe y denuncia las condiciones en las que se encontró la casa

Julián Contreras
Julián ContrerasGtres

Julián Contreras está desesperado, porque las cosas no terminan de funcionarle y los problemas económicos que arrastra desde hace años continúa dándole quebraderos de cabeza. Más allá del conflicto que mantiene contra su hermano Fran Rivera, que se ha recrudecido en las últimas semanas, ahora tiene que hacer frente a un desahucio, el segundo al que se enfrenta. Él ya ha explicado qué ha sucedido, pero hasta ahora la casera del domicilio que ocupaba a las afueras de Madrid no había querido dar su propia versión de los hechos. Ahora se ha subido a la palestra para señalar al hijo de Carmina Ordóñez como mal inquilino, no solo porque no ha podido pagar a tiempo las mensualidades y ha sido desalojado de la vivienda, sino también por el estado en el que la dueña la recuperó tras su marcha.

Julián contreras en una imagen reciente
Julián contreras en una imagen recienteGtres

“Se fue justo la noche de antes de ser desahuciado”, asegura la casera, Aranzazu, que le había alquilado una casa a Julián Contreras y que se vio obligada a llevar el caso ante la justicia por impagos. El joven escritor aún tiene pendiente una deuda que asciende a más de 20.000 euros, pero también dejó como tarea pendiente terminar de recoger sus enseres personales. Entre ellos, fotografías junto a sus seres queridos, recuerdos de su vida y objetos que ya no le acompañan: “Se olvidó de fotos de su madre, de sus hermanos, fotos con Norma Duval, entre otros objetos. También un equipo de música muy valioso”, destacan desde el programa ‘Vamos a ver’ de Telecinco, que ha tenido ocasión de hablar con la casera que le desahució.

Las versiones entre el inquilino y la casera están enfrentadas y son contradictorias. Una de las partes miente. Mientras ella mantiene que él le debe más de 20.000 euros en concepto de alquiler, Julián Contreras asegura que liquidó toda deuda y que pagó religiosamente lo que debía. Ahora ella contraataca: “No pagó tampoco los recibos de agua. A esto hay que sumar también el gasto de los abogados, procuradores, cerrajeros… incluso descontando lo que se le reclamaba del Ivima, es más de 20.000 euros. Bueno, la cifra está más cerca de los 30.000 euros. Es que no te puedo dar una exacta porque también entran los intereses y cosas que son importantes”.

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En un principio, la propietaria asegura que se solidarizó de él. La pandemia del coronavirus hizo mucha mella en la economía de Julián Contreras, de ahí que ella se mostrase comprensiva. Pero ahora no comprende por qué “no pidió ayudas al Estado” para salir a flote: “Esto empieza en marzo, se le manda un burofax y su actitud es ‘puedo no pagarte’. Se le reclama la cantidad en junio de 2020 y se le dan los 30 días legales para evitar enervar la acción: me pagas o entramos por la vía judicial. Mi abogado presenta la denuncia en julio e informa al entorno legal de Julián Contreras que en agosto cierran y no le van a llegar. Por lo que se admite la denuncia a trámite y no se le notifica hasta diciembre de 2020. A continuación, el juicio se da para enero, pero él dice ser vulnerable. Como los juzgados en pandemia están saturados, servicios sociales pasan un año intentado localizarle para emitir ese informe y se vuelve a aplazar el juicio”.

Pero ahora ella cree que Julián Contreras “ha dejado de pagar el alquiler porque el dinero que tiene prefiere utilizarlo para otras cosas”, asegura al citado programa a través de una llamada telefónica. Pero más allá del dinero, también le reclama que la casa no estuviese en las correctas condiciones, pues tuvo que invertir en limpieza y reformas: “Se la encontraron bastante mal”. Él reconoce que no ha hecho las cosas bien, que ha pasado un calvario personal y que poco más puede hacer para enmendar su error, como así le expresó a Alexia Rivas: “Lo que me dice es que es algo que le pasa a mucha gente, que no es la única persona que no puede pagar el alquiler y que se siente mal por estar en ese lugar”.