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El clan de los Arriazu: de mediadores entre Bárbara Rey y el CNI al azote de Felipe VI con Gigi Howard

Los periodistas y paparazzi Santiago y Carlos Hugo, padre e hijo, son parte de la historia oscura de España. La vedette los ha sacado de nuevo a la luz pública

Felipe VI y Gigi Howard, con quien solía ir a Joy Eslava cuando salían juntos
Felipe VI y Gigi Howard, con quien solía ir a Joy Eslava cuando salían juntosLa RazónLa Razón

El clan de los Arriazu ha vuelto a los titulares de los medios. Santiago Arriazu no solo era el fotógrafo de confianza de Bárbara Rey: era mucho más. El vínculo entre ambos sigue levantando polvareda y removiendo el fango, ahora con una nueva entrega sobre una figura que vivió muy de cerca la «relación» entre la vedette y el Rey Juan Carlos. Hasta ahora, muchos desconocían a este clan de paparazis, que ha sido clave en este «affaire de la caza del Rey».

Santiago Arriazu es el clásico periodista «de colmillo afilado». Trabajó en «Época» y fue director de las agencias Paramedia y System Press, donde se publicaron algunas de las exclusivas más jugosas de los noventa. Tras la publicación hace unos meses en la revista «Privé» de las fotografías de Don Juan Carlos y Bárbara Rey, la figura de Santiago Arriazu ha vuelto al foco mediático. Como también lo ha hecho su hijo, el fotógrafo Carlos Hugo Arriazu, quien fue declarado culpable de «pinchar» en Nueva York el teléfono de Gigi Howard, amiga del entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. El jurado del Tribunal Criminal de Manhattan lo condenó por el delito de intervención ilegal de una línea telefónica y posesión ilegal de material. Vamos por partes.

Hace unos meses, Danielle Arriazu, la que fuera esposa de Santiago, salió a la luz pública manifestando: «Mi ex se presentó como el mediador entre Bárbara y el CNI para que pagaran el silencio de la artista». Ahora ha sido el propio paparazzi quien, en un programa de televisión, ha confirmado este extremo. Durante la entrevista reconoció su implicación en el proceso. «Naturalmente, nadie lo niega. Fui mediador. Yo diría negociador», afirmó ante las cámaras, confirmando así su papel en el acuerdo al que se habría llegado en aquella época.

Según su relato, Bárbara Rey acudió personalmente a su domicilio. «Me dijo si la podía ayudar. Me trajo cintas y todo lo que se ha dicho, todo. Y el famoso vídeo». Analizó minuciosamente la situación y contempló tres posibles caminos: «O me quito y que se busque la vida, o se publica, o ver si llegaban a un acuerdo entre las partes». Finalmente, después de recopilar información y recibir asesoramiento, optó por la última opción. En el relato hecho en Mediaset, explicó que le preocupaba la situación personal de la artista y quiso negar tajantemente que hubiera un chantaje: «Lo que se hizo fue negociar: yo tengo esto, tú tienes esto. Una negociación muy difícil y punto».

Bárbara Rey
Bárbara ReyTiempo

A raíz del revuelo que han generado las declaraciones del paparazzi esta semana, el hijo de la vedette, Ángel Cristo Jr., ha reconocido que era conocedor de esas negociaciones de su madre. «Me contaba prácticamente todo, lo que pasa es que a lo mejor ella lo percibía de una forma y habían ocurrido de otra. Al final, ella se portó muy mal con Santi, no cumplió su parte del trato. Santi fue una pieza fundamental del chantaje», relata.

En todo momento, el vástago de la artista asegura que su progenitora estuvo cobrando cuatro millones de pesetas durante varios años. «Todo el tiempo que duró, tanto antes de empezar el programa de Canal Nou como el tiempo que duró ese programa». Uno de sus amigos es justo el hijo de Santiago Arriazu, el mencionado Carlos Hugo, quien, junto a su padre, escribió el libro «Un caso real: el romance entre el príncipe y Gigi. Historia de un escándalo».

La imagen de Felipe VI

Un asunto que acabó llevando a la cárcel al amigo de Ángel Cristo, debido a unas escuchas en las que, según siempre han contado «off the record», «había conversaciones de alguna persona que no dejaban muy bien la imagen del entonces príncipe ante la opinión pública». Pero la realidad, según el libro publicado, es que el 13 de abril de 1995, los paparazzi descubrieron en la isla caribeña de San Martín al príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, acompañado de tres personas: su primo, Pablo de Grecia, la novia de este y una atractiva joven: Gigi Howard.

En esa fecha, en teoría, el príncipe había renunciado a visitar a su familia en Mallorca para quedarse estudiando en Georgetown, en Washington, donde entonces cursaba un master en Relaciones Internacionales. Como no podía ser de otra manera, Carlos Hugo fue el fotógrafo que siguió al príncipe por encargo de su padre. «Fueron a bañarse y salieron [Felipe y Gigi Howard] agarrados de la mano. (...) Había abrazos y algún que otro beso. Yo no me lo podía creer». Solo faltaba un detalle: saber quién era aquella mujer que había cautivado al futuro Rey. Para ese menester, los Arriazu contrataron al detective Carlos Fernández, «un hombre bastante astuto», quien descubrió la identidad de Gigi Howard, modelo que compaginaba su profesión con la educación universitaria.

El príncipe Felipe en la Universidad Autónoma
El príncipe Felipe en la Universidad AutónomaTiempo

La relación profesional de Arriazu con el detective terminó de forma accidentada. Arriazu fue acusado de intervenir las comunicaciones telefónicas de Gigi Howard y de haber pinchado su teléfono, obteniendo grabaciones comprometedoras. «Al parecer, alguien de Zarzuela había pedido que me dieran un escarmiento», contó el reportero. Según su versión, ese escarmiento fue una filtración del CESID español al FBI, sugiriendo que Arriazu podía ser un terrorista.

Todo tuvo un final tétrico para los Arriazu, que llevaban años en silencio y ahora, vuelven a salir a la luz gracias a Bárbara Rey. Arriazu hijo fue condenado en Nueva York a seis meses en Rikers Island. Pedían un máximo de cuatro años, pero cumplió dos meses y salió en libertad condicional. En ese juicio, Gigi Howard negó, bajo juramento ante la Biblia, haber sido novia de Felipe de Borbón.