Cargando...

Opinión

El diario de Amilibia: Ábalos, qué ocasión perdida

"Por tratarla como un señor y hablar de ella en masculino, Valerí plantea demandarle por delito de odio"

José Luis Ábalos en una imagen de archivo Gtres

Qué ocasión perdida, sí, para alejarse definitivamente de la imagen cutre que le han fabricado las malas lenguas, pintándolo como un Torrente venido a más o como el Roldán (ex director de la Guardia Civil) en gayumbos de aquella portada histórica de «Interviú». Aunque él todavía no ha aparecido públicamente de tal guisa, seguro que Koldo guarda en su móvil alguna foto similar que quizá un día done a la UCO o coloque en la pared del chabolo para rememorar tiempos gloriosos. Es cosa sabida que no eres del todo un hombre feminista y progresista como Dios manda hasta que no puedes mostrar en tu álbum sexual una hermosa y sexy trans. Bien lo saben los «escassis» de nuestra España galante. Valerí Cuéllar, que se define a sí misma como chica transexual, contó que había estado en tres ocasiones en las orgías de Koldo y Ábalos. El primero, no sé, pero el ex ministro ha negado conocer a la tal Valerí, tachándola de «personaje siniestro». Por tratarla como un señor y hablar de ella en masculino, Valerí plantea demandarle por delito de odio. Ay, Ábalos, qué ocasión perdida, insisto. Podía haber quedado como un caballero enviándola flores en recuerdo de sus hitos lujuriosos y, de paso, entrar en la era moderna de la concupiscencia, digno de montar en las carrozas multicolores del LGTBI+ mañana mismo, alejado de la imagen del machismo desmadrado del landismo persiguiendo suecas, lumis o a las macizas de aquel tiempo, como Nadiuska o Agata Lys. La llamada Valerí le podía haber transformado en el hombre total, el superhombre de Nietzsche que supera los valores tradicionales creando sus propios principios y finales. Pero Ábalos, cuentan, ha entrado en pánico: Valerí está sin operar y teme que hagan chistes sobre si es dante o tomante. Que se lo pregunte el fiscal.