Foto inédita
Este es el último selfie que Daniel Sancho se hizo con Edwin Arrieta antes de degollarlo
Ha salido a la luz una imagen reveladora, que muestra a la pajera disfrutando de un desayuno durante unas de sus escapadas románticas
Una de las principales incógnitas que quiso conocer desde el primer momento la policía tailandesa era el vínculo que unía a Daniel Sancho con Edwin Arrieta. Su relación y el alcance de su contacto era vital para esclarecer el móvil del asesinato por degollamiento y la desmembración del cirujano colombiano. De ahí que los teléfonos móviles del asesino confeso y la víctima fuesen claves para conocer que entre ellos existía un peculiar romance desde hace más de un año y que en estos meses han disfrutado de numerosas vacaciones juntos, como si de una pareja más se tratase. Así han llevado su especial vínculo por Madrid, Ibiza, Marbella y también Tailandia, donde sus vidas se truncaron.
Pero ahora ha salido a la luz una imagen que cobra especial relevancia en este sentido. Se trata del último selfie que Daniel Sancho y Edwin Arrieta se hicieron cuando eran una pareja feliz. Al menos en apariencia, pues fue captada tiempo antes del fatal crimen. Al principio, se mostraron unas imágenes, que en su día acabaron en la redacción del programa de Antena 3 ‘Y ahora Sonsoles’, que probarían su estrecha relación desde hacía un año. Pero ahora el programa de Jaime Cantizano, ‘Mañaneros’, ha tenido acceso en exclusiva a una nueva instantánea, una en la que el joven chef y el cirujano plástico toman algo en un local de un destino vacacional, compartiendo buenos momentos y afianzando las bases de su relación.
Como comentábamos, Daniel Sancho y Edwin Arrieta pasearon su peculiar noviazgo por distintos puntos de la geografía española. Esta imagen que ha aparecido ahora fue captada en una de estas escapadas, concretamente en Marbella. Una fotografía que, según han detallado en el citado programa, fue enviada por el cirujano a una amiga que estaba en Colombia para mostrarle un poco el motivo de su amplia sonrisa y renovada felicidad.
Y es que está al lado del joven con el que desea incluso contraer matrimonio y levantar negocios, con el que disfruta de unos días de asueto, mientras desayunan café y zumo de naranja. Una escena cotidiana que no deja entrever que entre ellos existiese alguna tensión o que el joven se sintiese un “rehén”, como así expresó a la policía en su primera declaración. Una imagen más, quizá la última de ellos juntos, que viene a reforzar que entre ellos había un fuerte lazo de unión que iba más allá de la amistad, que realizaban planes de pareja con normalidad y que disfrutaban de escapadas para refugiar su amor de miradas ajenas, y es que Daniel Sancho quiso mantener su romance siempre lejos de su círculo de amistades y familiares. Era su “doble vida”, como así se han percatado ahora muchos de su entorno.
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