Polémica
Genoveva Casanova, el coste personal de ser la amiga del rey Federico
Una mujer íntegra, no una Corinna Larsen como la que traicionó a Don Juan Carlos
Genoveva Casanova no era un personaje que generara interés mediático por sus complicaciones vitales. De vez en cuando aparecía en reportajes exclusivos de moda junto con otras bellas oficiales o en entrevistas promocionando alguna marca. La última vez que habló para la Prensa fue el 19 de octubre del año pasado para anunciar una línea de menaje. La noticia que interesaba no eran los hornos ni las vitrocerámicas inteligentes, sino su estado de salud. Era su primera salida pública tras sufrir un infarto pulmonar que le obligó a pasar un tiempo en el hospital.
Su exmarido Cayetano Martínez de Irujo, con el que mantiene una relación espléndida, estuvo pendiente y solucionado todas las cuestiones hospitalarias y burocráticas. Aseguraba que aún no está del todo recuperada y que le había servido para priorizar su vida. En esas fechas nadie imaginaba (ni ella misma) el bombazo que saldría quince días después con la portada de la revista «Lecturas». Unas imágenes donde aparecía con el príncipe Federico de Dinamarca, hoy rey al haber abdicado la reina Margarita. Las fotos sorprendieron porque se desconocía esa relación. El día antes del tsunami, la propia Genoveva me llamó por teléfono y me contó que lo único que les unía era una gran amistad, que se conocían desde hace tiempo, y que debido a la indisposición por coronavirus de otro amigo, la encargó que paseara al heredero. Nada que objetar. Para este tipo de declaraciones se abren y se cierran comillas. Los periodistas nos convertimos en meros informadores y no en juzgadores.
Días después, en el programa «TardeAr» se emitieron unos vídeos en las que el príncipe danés entraba en el domicilio de Casanova y salía al día siguiente a las ocho de la mañana. Ya no hubo más explicaciones y a Genoveva se la comió la tierra. A día de hoy no existe ni una sola imagen suya en el periplo que marca su invisibilidad. Pasó por San Sebastián y regresó a su domicilio de Madrid donde aparentemente pasó la noche del 24 de diciembre. Y esta información se sustentaba por la visita de Cayetano Martínez de Irujo y sus hijos al domicilio del barrio de los Jerónimos.
¿Cómo salió de su casa para volar a México donde se encuentra en estas fechas? Sigue siendo una incógnita. Eligió su tierra natal donde se siente segura y arropada por su familia. Si su salud se resintió en un primer momento por la ansiedad que vivió, ahora se encuentra perfectamente, como me aseguran.
«Quien está enferma es un miembro muy directo de de su familia que no es su madre y tampoco ella, que ha procesado ya el revuelo organizado por las fotos y el vídeo. No tiene intención de aparecer en ningún sitio y mucho menos dar ninguna exclusiva. El coste personal ha sido muy alto y ella es la parte más débil. El rey Federico tiene toda la maquinaria del Estado a su servicio», añaden.
Ese es el resultado que acompaña al poder. Genoveva no ha sido ni se la puede considerar una Corinna Larsen que traicionó a Don Juan Carlos. La nuera de la duquesa de Alba es una mujer íntegra que nunca filtró ningún dato relativo al príncipe. La bella mujer no ha sido una más en la vida afectiva del rey danés. Puede ser que esa relación intensa agilizara la proclamación. Las teorías son muchas, pero la verdad solo una. Federico y Genoveva han compartido afecto desde hace al menos un año. Y el cariño parece que no se evapora de la noche a la mañana, ni por un cetro ni por una corona.
¿Y si esa abdicación tuviera que ver con el interés de la reina Margarita de que no hubiera ningún obstáculo que asegurara la sucesión? En los históricos de las monarquías siempre subyace la renuncia al trono de Eduardo VII por su amor a Wallis Simpson, que habría cambiado el organigrama de los Windsor. Y nadie habría imaginado tampoco que Camilla Parker Bowles se convirtiera en reina. El amor, dicen, todo lo puede.
Una mujer con valor a la espera de su momento
La mexicana compartió una publicación reveladora 24 horas después de la proclamación de Federico de Dinamarca: «Quiero una gran vida. Quiero experimentarlo todo. Quiero romper cada una de las reglas que hay. Dicen que la ambición no es un rasgo atractivo en una mujer. Quizás, pero ¿qué es atractivo? ¿Esperar a que algo pase?».
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