Las confesiones
Jorge Fernández: «Estoy a favor de todas las leyes antitabaco»
Con «La ruleta de la suerte» batiendo récords en Antena 3, nos confiesa sus hábitos en época de excesos navideños
Mientras los portugueses testan los beneficios de la jornada de cuatro días, la de Jorge Fernández (Alicante, 1972) lleva años siendo así de conciliadora. Y bien que le luce. «La ruleta de la suerte» suma diecisiete años dando alegrías a Atresmedia y siendo muchas mañanas el programa más visto del día. Además, tras diagnosticarle la enfermedad de Lyme, hace cinco años, el presentador interviene en charlas y colabora con una app dando consejos de alimentación para mantenerse en forma y prevenir problemas de salud.
La estratosférica audiencia de «La ruleta» beneficia al liderazgo de los informativos de Sandra Golpe, y el de Matías Prats y Mónica Carrillo. ¿Con su suerte les ha tocado El Gordo?
Sus informativos serían líderes sin «La Ruleta de la suerte». Pero es cierto que un buen arrastre siempre beneficia.
Desde que le conozco, graba su programa dos o tres días en Madrid y luego regresa a Bilbao, su hogar. O sea, que trabaja para vivir...
Hay semanas que grabamos dos días y otras, cuatro. Nos adaptamos al calendario que nos marca la cadena. Luego siempre hay más trabajo fuera de la grabación.
Ahora que hay tanto movimiento de presentadores, ¿le gustaría que los Reyes le trajeran un nuevo proyecto o mejor no «meneallo»?
Me gustaría compaginar «La Ruleta» con algún prime time. Pero que no implicara dejar mi programa.
Ha sido el único Mister España que reinó dos años y lleva 17 años triunfando con otro concurso. ¿Le dejan entrar en los bingos o ni falta que hace?
(Ríe) ¡Nunca he entrado a un bingo! No es mi manera de pasar mi tiempo libre.
En su ocio, se le ha visto de escapada con Manel Fuentes y Arturo Valls. ¿Más compañeros con los que comparta extraescolares?
Coincidimos una vez en Baqueira Beret. En invierno me escapo allí siempre que puedo. Soy un apasionado del esquí.
Tras diagnosticarle la enfermedad de Lyme, descubrió que había acumulado metales pesados en su cuerpo. ¿Qué hábitos ha eliminado de su vida?
La enfermedad de Lyme fue fortuita. Le puede pasar a cualquiera por mucho que se cuide. Ése fue mi caso. Me picó una garrapata infectada. Lo del mercurio fue culpa mía por comer mucho atún durante quince años. Así que he dejado de comer atún y como pescados más pequeños. Además, hago deporte, cuido las horas de sueño e intento gestionar el estrés.
«Se puede llegar fenomenal a los 50 años», confiesa en sus charlas. ¿Le preocupan las arrugas, los michelines o solo los niveles de colesterol?
¡Para nada! Ahora tengo mejor cuerpo que a los 20. Las arrugas tienen que llegar y es mejor aceptarlo. Hago lo que está en mi mano para estar saludable, para envejecer mejor. Michelines, imposible tal y como me alimento y con el deporte que hago.
En los últimos años, se ha convertido en un prócer en temas alimenticios. ¿Qué aconseja estas fechas de excesos navideños?
No lo sé, porque soy de los que pierde peso en fiestas, ya que hago más deporte. Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer para no ganar peso en Navidades. Lo que pasa es que no lo hacen.
Francia ha declarado la guerra al tabaco y ha puesto el paquete a 13 euros. ¿Decisiones para importar o hay otros frentes que le importan más?
Lo que más me preocupa es la obesidad infantil. Pero, por supuesto, el consumo de tabaco, sobre todo en la gente joven, me preocupa mucho. Estoy a favor de todas las leyes antitabaco que se promulguen. Por el beneficio general de la sociedad y porque lo aborrezco. Odio que me fumen al lado.
Usted fue profesor y es padre de un chico de 18...Sus excolegas se quejan de apatía, ansiedad y agotamiento. ¿Se le ocurre alguna medida docente?
Creo que falla casi todo en el sistema educativo español. Los estudiantes no están motivados porque no se enseñan cosas útiles. Serían necesarias asignaturas relacionadas con los buenos hábitos. Hay chavales que no saben diferenciar entre una proteína y un carbohidrato. Asignaturas relacionadas con economía del día a día, emprendimiento, motivación… Pero de esta forma haríamos una sociedad crítica y que pudiera decidir, y eso va en contra del sistema. No interesa.
De pequeño, iba con su padre a coger níscalos. ¿Qué momentos comparte ahora con sus progenitores?
Momentos de buenos paseos, aunque no sea a coger níscalos, de buenas charlas, les cuento muchas cosas sobre su nieto, cocinamos juntos…
De cara a 2024, ¿es de los que pide deseos o de los que se hace propósitos?
¡Nunca pido nada!
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