
Una jubilación dorada
Rafa Nadal, nombrado marqués por el Rey Felipe VI: sus jugosos negocios y su triunfo familiar
El tenista está disfrutando de una jubilación dorada, ahora como nuevo marqués de Llevant de Mallorca. Su fortuna se estima en 550 millones
El Rey Felipe VI ha entregado este jueves los primeros títulos nobiliarios de su reinado. Ha querido reconocer el servicio prestado por personalidades importantes en sus respectivos terrenos laborales incluyendo en la nobleza a tres nuevos nombres. Se trata de la cantante Luz Casal, nueva marquesa de Luz y Paz, a la nadadora Teresa Perales, reconocida ahora como marquesa de Perales y al tenista Rafa Nadal, que pasará a ser conocido a partir de ahora como el marqués de Llevant de Mallorca, entre otros, como así han anunciado desde Zarzuela.
Tras once años en el trono español, el Monarca ha querido dar este decisivo paso de otorgar condición nobiliaria, entre varios otros, a Rafa Nadal, después de anunciar su jubilación de las pistas de tenis. Lo hace al considerarle “exponente de la excelencia” al servicio del deporte. Le entienden como “fuente de orgullo para Espala y son referencia permanente de valores que deben inspirar a nuestra sociedad”. Una alegría más que suma el mallorquín después de haber iniciado una nueva vida lejos de los terrenos de juego, pero más cerca de su objetivo de disfrutar de los placeres que le ofrece la vida junto a su familia.

La nueva vida de Rafa Nadal, ahora como marqués
El tenista ha encontrado fortuna mucho más allá de la raqueta. Es un hacha de los negocios y también uno de los principales reclamos publicitarios, pues las marcas se lo rifan para llegar a su público objetivo. Algo que continúa siendo un hecho después de anunciar su retirada tras la Copa David del año pasado, tras escuchar a su cuerpo que le decía “basta”. Una decisión muy meditada y que le ha costado mucho tomar, pero que entiende como necesaria. Llegó el momento de recoger los frutos de toda una vida sembrando y parece que los motivos para sonreír se acumulan, incluso antes de ser nombrado marqués de Llevant de Mallorca.
Con su retirada, Rafa Nadal aparcaba las duras sesiones de entrenamiento y la preparación para las grandes citas del tenis internacional, siempre llevando a España a lo más alto. Decía adiós a golpear cada mañana la pelota con la raqueta, pero se le abría un universo de posibilidades y muchos otros proyectos que sacar adelante y que le granjeaban alegrías más allá del deporte. Y es que, según la revista ‘Forbes’ su fortuna está valorada en 550 millones de dólares, de los cuales tan solo 123 habría amasado en el circuito ATP. El resto del montante lo ha conseguido con patrocinios de grandes marcas como Nike, Movistar, Santander, Sabadell, Kia, Babolat y otras muchas campañas publicitarias de ropa, relojes y demás productos en los que asociaba su imagen como reclamo para un público que siempre le es fiel.

Pero Rafa Nadal tenía claro que su retirada, más allá de darse por satisfecho con su palmarés y el inestimable imperio que ha levantado, se debía a su familia. Quería disfrutar sin restricciones de su condición como padre, lindes en las que se estrenó en octubre de 2022, con la llegada de su primogénito, Rafael. Pero Xisca Perelló, su esposa, está de nuevo embarazada, como así dio a conocer el pasado mes de abril, por lo que la familia sigue creciendo y, con ello, su felicidad. Siempre discretos, han querido disfrutar de sus días lejos del foco mediático, con inusuales apariciones en redes sociales durante sus vacaciones o en momentos clave, a modo de regalo viral a sus incondicionales.
“Nunca me ha fallado mi familia, ha estado conmigo en los momentos malos y me ha mantenido con los pies en el suelo cuando todo iba bien. Eso hace que lo que venga en el futuro sea más fácil de llevar”, decía Rafa Nadal en su discurso de despedida. Ahora se puede entregar de lleno a otras disciplinas deportivas que practicaba como aficionado, como puede ser el fútbol, el golf o la navegación. Eso sí, sin descuidar sus muchos negocios. Montó su propia academia de tenis, que incluye además de pistas de tenis y pádel, de un hotel y numerosos restaurantes. Todo un reclamo turístico para sus fieles y jóvenes promesas. Pero también tiene inversiones jugosas en otros ámbitos, como en la restauración, en el sector inmobiliario o incluso en la cosmética. El éxito del marqués de Llevant de Mallorca no tiene fin y parece nunca tocar techo.
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