Ruptura
La razón por la que Laura Sánchez y David Ascanio se han separado
La actriz y el músico toman caminos separados tras seis años de matrimonio y quince de relación
En menos de un mes, el próximo 29 de junio, Laura Sánchez y David Ascanio celebrarían su sexto aniversario de boda, pero no va a poder ser. El matrimonio ha tomado caminos separados tras quince años de relación, tal y como ha avanzado la revista "¡Hola!". La noticia ha sorprendido a buena parte de la opinión pública, teniendo en cuenta que el pasado mes de febrero se presentaron juntos en la fiesta de cumpleaños de Bibiana Fernández y hasta posaron unidos ante las cámaras.
Sin embargo, el 29 de mayo, cuando Laura Sánchez alcanzó los 43 años, llamó la atención que su todavía marido no la felicitó públicamente, como sí hizo en ocasiones anteriores, un silencio que ahora cobra todo el sentido.
Según la revista mencionada anteriormente, la separación se ha producido de mutuo acuerdo y de forma amistosa, y entre ellos sigue existiendo cordialidad y cariño. La razón no es otra que una crisis que no han podido superar por encontrarse en "etapas vitales" diferentes. Destaca también la publicación que no hay terceras personas implicadas y que Ascanio ya se ha mudado a una nueva casa, mientras que Sánchez se ha quedado en la vivienda que compartían en el centro de Madrid.
La modelo y el músico se conocieron en 2009, el mismo año en que ella se divorció de Aitor Ocio, el padre de su hija Naia. Lo suyo no fue un flechazo y siguieron viéndose en calidad de amigos, pero el roce hizo el cariño y terminaron enamorándose. Decidieron pasar por el altar en 2018, mediante una boda que tuvo lugar en Tenerife y que pasó desapercibida ante la opinión pública hasta que se publicó en la misma revista que ha anunciado el divorcio.
Manteniendo su discreción habitual, ni Laura Sánchez ni David Ascanio se han pronunciado sobre este inesperado divorcio que, ojalá, siga por el buen cauce que dicen llevar.
El complicado divorcio de Laura y Aitor
Al menos, entre Sánchez y Ascanio no hay hijos en común, una situación que complicó -y mucho- el divorcio de la actriz con el futbolista Aitor Ocio. Los dos iniciaron en los tribunales una lucha por la custodia de Naia, y finalmente se decretó una compartida. El problema era que Laura vivía en Madrid y Aitor en Bilbao, una separación geográfica que les obligaba a recorrer grandes distancias semanales para estar con su hija.
"He cogido coches con cuarenta de fiebre por llegar a recogerla del colegio y he perdido oportunidades laborales, pero eso no se hace nada más que por un hijo, sin ningún tipo de reproche", reflexionaba entonces la modelo entre las páginas de su revista de cabecera.
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