Entrevista
Valentín Paredes: "No he trabajado con Almodóvar porque prefería a Banderas"
Es uno de nuestros actores más consagrados. Acaba de triunfar con la gira de su obra «La Comedia sin título», que en octubre llega a Madrid
Para Valentín Paredes ha sido un verano especial donde ha podido equilibrar el trabajo con el divertimento. Comenzó la gira con la obra «La comedia sin título» dirigida por Emilio Ruiz Barrachina con la que ha recorrido España con gran éxito. La historia cuenta los últimos días de Federico García Lorca donde Paredes interpreta a un personaje malvado como fue Trecastros. El actor lleva cuarenta y cinco años ejerciendo la profesión que le hace feliz. Ha tenido la suerte de estar siempre en activo y destacar con papeles importantes en el cine y en el teatro. Reconoce que es un hombre con suerte y que no ha vivido las tensiones que suponen que no suene el teléfono. Disfruta de la vida con sus amigos y su familia Nació en Manchita, un pueblo de Extremadura del que salieron sus padres y los hijos en los años 60 en busca de porvenir. Esta orgulloso de sus raíces y busca en la Vera donde tiene su casa recargar pilas. Comienza en breve el rodaje de la vida de Santa Gema Galgani.
Un verano especial por el éxito de la obra «La comedia sin título». Una gira que comenzó en Oviedo en el teatro Campoamor y que ha continuado por España con el aforo completo.
Siempre es una experiencia preciosa que la gente salga contenta del teatro. El boca a boca a funcionado muy bien y en otoño estaremos en Madrid. Estamos muy contentos por la acogida que hemos tenido y que espero que se mantenga hasta llegar a la capital. Comparto trabajo con Javier Gurruchaga, Barbara Cafarell, Alberto Closas, Hector Sánchez, Alberto Iglesias…Somos doce actores con un montaje increíble. Y destacar que sin ninguna ayuda ni subvención.
¿No le importa no tener vacaciones de verano?
¡Qué va! Y además sí he podido tener días sueltos y me vine a mi casa de la Vera. Hace dos años que no trabajaba en teatro. La última vez fue «Loas suplicantes» en el Mérida y ya tenía mono de escenario.
La profesión es inestable.
Afortunadamente llevo cuarenta y muchos años viviendo de mi profesión. Mas o menos me he mantenido y nunca me ha faltado trabajo. A veces hay momento que parece que no va a sonar el teléfono, pero en mi caso acaba sonando. Con los años y la experiencia los papeles que me ofrecen son cada vez más arriesgados y potentes. Y compagino la gira de la obra con una superproducción que es la vida de la santa Gema Galgani.
¿Cómo recuerda sus comienzos en las tablas?
Mi primera vez fue en 1978. Había terminado la mili y era una España gris que cambio de color cuando llego la democracia. Hice mi debut a lo grande con José Sazatornil en una obra que se titulaba «¡Qué campanada!» junto a mi amiga y «hermana» María Kosti. Fue un estreno importante.
¿Benefician las series televisivas y las plataformas?
Hay mas trabajo y hay actores especializados en series. En mi caso no cuentan mucho. Lo último que hice fue «Hostal Royal Manzanares» con Lina Morgan.
Parece como si siempre estuvieran las mismas caras.
Se repiten bastante. Depende de los jefes de casting que tiran de los suyos. No cuentan con actores de toda la vida que son estupendos. Un actor se hace en un escenario
¿Lo tienen ahora más fácil?
El actor joven tiende a chillar y no vocalizar. Ahora hay acceso a una preparación mejor con las escuelas de Arte dramático, los cursos, academias de baile, de interpretación. Aunque también hay quien piensa que con una cara bonita se llega. Mi experiencia me dice que es humo. Hoy día los actores cantan, bailan y actúan. Son muy completos. Es más fácil pero también hay mucha más competencia. Mi escuela fue el trabajo.
Decía que esta obra de Lorca no tiene subvención, ni ayuda de ningún tipo.
Así es. Hay un empresario que se arriesga y en nuestro caso con un éxito importante. Es verdad que se subvencionan películas que no las ve ni el gato, pero siempre ha sido de esa manera.
¿Le habría gustado que le dirigiera Almodóvar?
Nunca me llamó. Coincidíamos en muchos sitios y una vez le pregunté la razón de que no contara conmigo. Su respuesta fue la siguiente: «Eres muy parecido a Antonio Banderas y él me gusta más». Yo he trabajado con los mejores. Tengo una larga filmografía con directores muy importantes.
Una obra sobre Lorca. ¿Qué aporta nuevo?
Son los últimos días de su vida. Cuando le detuvieron y se cuenta la detención, quienes intervinieron. Son hechos reales que muestran lo que paso realmente. Tratado de una manera tan potente que la gente sale con un nudo en el estómago.
¿Cuál es su papel?
Soy Juan Luis Trescastros que fue uno de los que llegó a la casa de los Rosales donde estaba Lorca. Fue uno de los instigadores de la detención y muerte del poeta. Iba presumiendo por las tabernas de Granada de que le había dado dos tiros por maricón.
Un papel de malvado.
Sí, mi papel es el de una persona sin escrúpulos que monto toda la movida. Un malnacido.
¿Cine o teatro?
Son mis dos amores. El cine es una aventura con el rodaje donde te creas una familia, pero acaba en tres semanas. Y ya no depende de ti. En cambio, en el teatro se sube el telón todos los días.
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