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Delicada de salud

Irene de Grecia, “la sombra silenciosa” de la Reina Sofía que preocupa en Europa

Después de que apareciese en silla de ruedas, la salud de la tía del Rey Felipe VI está en boca de todos. En Alemania han centrado su interés en ella

La Reina Sofía y su hermana Irene de Grecia Gtres

Cada vez que la Reina Sofía afronta un acto público es motivo de análisis, especialmente por el carácter altruista de los eventos que amadrina. Tanto los recogidos en la agenda oficial, como aquellos comprendidos en su agenda privada. Pero también se da la circunstancia de que siempre que le acompaña su hermana, Irene de Grecia, el foco de atención se desvía a su estado y su comentado paulatino deterioro físico.

Hay cierta preocupación por su salud, pero está en las mejores manos, pues no solo tiene a su disposición los mejores médicos, sino también la inestimable ayuda de su inseparable hermana. Ambas han demostrado año tras año el estrecho vínculo que atesoran, más ahora que se necesitan mutuamente. Un hecho que ha llamado poderosamente la atención de la prensa alemana, como sucede con la revista ‘Bunte’, que define a la hermana como su sombra silenciosa. No es lo único que se comenta sobre su importante figura.

Irene de Grecia y la Reina Sofía, inseparables

La tía del Rey Felipe VI acaba de cumplir 83 años el pasado 11 de mayo y lo hace siendo protagonista de un reportaje en la importante revista alemana ‘Bunte’. Se le reconoce el valor como confidente y fiel escudera, desde que eran solo unas niñas hasta la actualidad, compartiendo las dependencias de la madre del Rey en el palacio de La Zarzuela. Aquí disfruta de una vida cómoda y tranquila, alejada del ruido mediático y los quehaceres de la casa real.

Irene de Grecia, la Infanta Elena, Irene de Urdangarin, la Reina Sofía, Miguel Urdangarin y la Infanta Cristina.Gtres

Las apariciones públicas de la Reina Sofía no cesan, ya sea como representante de la Institución o para sacar adelante tareas de su fundación y demás actividades benéficas y solidarias. En algunas de ellas le ha acompañado su hermana Irene, aunque la preocupación se ha propagado por el continente después de queapareciese en sus últimos actos en silla de ruedas. Así sucedió a mediados del año pasado, como también el pasado mes de febrero cuando acudieron a la boda del príncipe Nicolás de Grecia con Chrysi Vardinoyannis.

Desde la citada publicación han centrado su interés en las hijas de Pablo I y Federica de Grecia. Destacan de Irene que ha tenido una vida “llena de contradicciones”, pues subrayan cómo ha crecido rodeada de lujo y ostentación. Recuerdan sus años dorados y los hitos de su existencia, así como su pasión por la música y su buen hacer con el piano gracias a aprender de la gran Gina Bachauer. Llegó incluso a tocar en el Royal Festival Hall en 1969, entre otros recitales en los que ponía al público en pie. Pero de ahí saltan a cómo cayó, a su parecer, en desgracia.

Irene de Grecia con la tiara de círculos de diamantes.La Razón
En 1947 sus padres regresaron del exilio y volvieron a ocupar el trono heleno. En 1964 el rey Pablo de Grecia falleció, dejando a su hijo Constantino en el trono. No duró mucho, pues tres años más tarde la monarquía fue derrocada. De nuevo, la familia emigró, siendo la India el lugar elegido por Irene de Grecia y su madre. Al morir la princesa Federica, su hija se instaló en Madrid al lado de su hermana, donde continúa de manera discreta en el palacio: “Ahora vive una vida aislada”, mantienen. Irene de Grecia nunca se casó y tampoco ha tenido hijos, aunque ha disfrutado siempre de sus sobrinos Elena, Cristina y Felipe. Aquí, en la capital española, encontró la estabilidad, siendo “la sombra silenciosa de la Reina Sofía”, como la definen en ‘Bunte’, destacando el bien que se hace la una a la otra con su mera presencia.