Opinión

"Oiga, ¿es el enemigo?

Ay, si el Apolo lograra resucitar a Gila como a Franco...

El humorista Miguel Gila
El humorista Miguel GilaAgencias

Leo: «Sánchez cesa a Álvarez-Pallete y designa a Murtra para presidir Telefónica». Dice Raúl del Pozo que ahora el Apolo de la Moncloa va a controlar las comunicaciones y las fornicaciones. ¿Las fornicaciones? Quizá se refiere al sexo por teléfono, internet o vídeos. ¿Existen todavía las llamadas líneas eróticas? De cualquier forma, ojito ahora con jadear en modo «Je t’aime» por el móvil, ni aunque sea en homenaje a Jane Birkin. Creo que el puesto de presidente de Telefónica se lo merecía a título póstumo Miguel Gila, el cómico que demostró cómo se puede hablar jocosa y civilizadamente con el enemigo. Ay, si el Apolo lograra resucitar a Gila como a Franco. Miguel nos podría hacer un monólogo sobre las variadas aplicaciones del móvil, y, llegando a la actualidad, sobre las habilidades en su manejo de García Ortiz.

«Oiga, ¿es García Ortiz? ¿Podría contarnos cómo borró los mensajes, el día y la hora? Es para ahorrarle trabajo a la UCO». Así comenzaría Gila, más o menos. Leo: «Un año del veto al móvil en los colegios: alumnos más centrados y menos conflictos». El cómico añadiría: «Pues, visto lo visto, en la Fiscalía deberían estudiar volver al fijo». Además de hacerle sonreír al Apolo, que falta le hace, con el espíritu del humorista presente en la Moncloa siempre sabrían a qué hora iba a avanzar el enemigo, o sea, la estrategia de Feijóo. «¿Y van a venir muchos? Hala, qué bestias. No sé si tendremos balas para todos. Bueno, nosotros las disparamos y ustedes se las reparten», podría comentar Bolaños parodiando a Gila, quien también contaba que, a falta de munición, habían enviado al frente un soldado con la misión de insultar: «No mata, pero desmoraliza bastante». Ahí está precursor de Óscar Puente, el profeta de la gran revelación: «Es el puto amo». Hasta de Telefónica, oigan.