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Ramón Arangüena: «Me hubiera gustado ser músico en el Titanic»

Profesión: periodista, humorista.. Nació: en 1964, en Palencia.. Por qué está aquí: presenta su monólogo «El placer de fracasar» en el teatro Amaya (Madrid).

Ramón Arangüena: «Me hubiera gustado ser músico en el Titanic»
Ramón Arangüena: «Me hubiera gustado ser músico en el Titanic»larazon

–«El placer de fracasar». ¿Superior al sexo?

–No, el sexo lo es todo. Sólo las piedras pueden vivir sin sexo.

–No sé yo: tienen la pedrada. Cuénteme su más estrepitoso fracaso...

–«El Plan C», en Tele 5: hicimos sólo dos programas.

–No tenían un plan B. ¿Qué quiso ser y ya nunca será?

–Quise ser minero, arquitecto y astronauta. Creo que ya es tarde para todo.

–Dice en el show: «¿Por qué mantenerse a flote con el sufrimiento que eso conlleva?»

–Es que todo el mundo quiere triunfar: no se dan cuenta de lo bonito que es el fracaso. Habría que hacer un concurso de fracasados.

–Parece el profeta del hundimiento. ¿Qué le hunde más en la miseria?

–Que me aburran. Y la inoperancia. España es un incendio forestal: los socialistas no supieron apagarlo y Rajoy está esperando a que llueva.

–Pensarán que le va la marcha...

–No soy masoquista, odio el dolor. Yo sólo doy clases para fracasar.

–Me imagino que hay un fracaso por el que suspira...

–Me hubiera gustado ser músico en el Titanic.

–Ha encontrado el papel de su vida en la figura del perdedor...

–Es que me estresa mucho el triunfo. Y además tengo pinta de perdedor.

–O sea, que su éxito es fracasar...

–Mi éxito es el fracaso absoluto.

–¿Cómo se lleva a la ruina un negocio?

–Haciéndose emprendedor y metiéndose en algo que no entiende.

–¿Y un país?

–Haciéndole caso a Angela Merkel, por ejemplo.

–¿A quién envidia como fracasado?

–Al «mocito feliz», un tipo que siempre aparece en la tele y en las fotos detrás de los famosos. Sonríe y acompaña. Su madre está encantada.

–¿Qué hay que hacer para que tu mujer te mande a hacer puñetas?

–No escucharla. Más que el sexo, las mujeres quieren que se les escuche.

–Dice Carmen Posadas que hacerse la tonta funciona muy bien. ¿Y hacerse el tonto?

–Ideal para ligar; hay muchas mujeres a las que les gustan los desvalidos.

–¿Por encima de los mendigos, «sintecho» y desahuciados?