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Rosa Clará, impactante en su boda

Rosa Clará, impactante en su boda
Rosa Clará, impactante en su bodalarazon

Se hacían apuestas, era la pregunta del millón: ¿cómo se autoviste para casarse la mejor diseñadora española de trajes nupciales? Nadie tiene su exquisitez. Y mientras Josep Sandoval se inclinaba por que lo haría con un dos piezas negro, otras dieron en el clavo, como su íntima amiga Fátima, que ponía sevillanismo y declaraba devoción hacia la pareja, para lo que Dani Clará –su único hijo y el heredero– actuó de padrino. Se esposaron ante doscientos amigos, como Dolly Fontana e intercambiaron el «sí, quiero» en el Salón de Ciento. La pareja tiene bastante con su amor, razonaban íntimas como Cristina Castañer, la alpargatera que calza a las elegantes de medio mundo, gran amiga de la Infanta Cristina. Se le oyó comentar que «lo está pasando fatal y no lo supera». Y es que es un paño de lágrimas. Así lo descubrieron ante su amiga Rosa Esteva, creadora de lo más de un Madrid que suspira por la gastronomía barcelonesa. Piensa inaugurar «un nuevo restaurante en la plaza de Santa Ana, donde el hotel de los toreros», reveló ante Xavier de Balaguer, quien remata con Alex Stiles la reapertura del Teatro Principal con el próximo desfile de Custo Barcelona. Será el 10 de julio y recuperarán un local destinado al derribo: está en el corazón de las Ramblas, desemboca en la Plaza del Teatro y fue el primer escenario de ópera de la Ciudad Condal.

La novia se pasmó frente a la sabiduría poética del alcalde Xavier Triás. Un derroche de erudición lírica que hacía contrapunto al «A mi manera» y «Paraules d´amor» interpretados con sentimiento por la floreada soprano rusa Alina Furman, que estrena pronto en el Teatro Nacional. Emocionó con lo mejorcito de Serrat, igual que Dani como padrino y Rosa estilizada, con ocho kilos menos, bajo un modelo sencillo y refinado en crepe de seda en tonos marfil, abotonado en la espalda desde el cuello a la cintura y manga hasta el puño. Tenía bordados plateados más avanzados que el modernismo del Hotel Florida, con las mejores panorámicas de Barcelona, el escenario de un banquete a cargo de Can Jubany. Alardeó con treinta variedades de aperitivos con mucho foie y hasta canelones de pollo, seguidos de bullabesa y chuletón gallego en tiras. Lo remató un Veuve Clicquot, un buen acompañante de la galaxia del chocolate, y una espuma de crema catalana con fresitas, antes del pastel nupcial de tres pisos, un regalo de Ramón Freixa. Una boda prodigio de estética donde Rosa Clará exhibió su magisterio. Mientras, Belén Esteban reaparecía en Madrid más gordita y con un traje en gasa morado para acudir al enlace de Carlota Corredera, la directora de «Sálvame Deluxe». Belén impactó, y mucho, con casi 18 kilos nuevos encima.