Motor
Vehículos sin conductor: un futuro muy cercano
En menos de diez años, estos coches compartirán el mismo espacio en las carreteras que los automóviles tradicionales. Hacemos un repaso a los distintos modelos y su funcionamiento
Una calle cualquiera de una ciudad española. Miras por el retrovisor y adivinas a un paciente conductor, como tú, soportando con filosofía el atasco. A la izquierda, por la ventanilla, otro estoico ciudadano. No queda otra. Y a la derecha, ¡un coche autónomo que nadie conduce!
Ahora puede resultar sorprendente, pero esta situación será una escena cotidiana dentro de no mucho tiempo. Los vehículos sin conductor están cada vez más presentes en nuestras vidas y no solo por las malas noticias como elatropello mortal a un ciclistaen Estados Unidos, sino también por el goteo de avances tecnológicos que van dotando a estos coches de cada vez más prestaciones.
El objetivo fundamental es, por supuesto, el de la seguridad, tanto para los propios fabricantes como para las autoridades, que ya están empezando a adaptar sus legislaciones a la nueva realidad. El último en hacerlo ha sido el Gobierno de Estados Unidos, que ha anunciado recientemente querevisará la normativa para adecuarla a los coches de conducción autónoma.
Pero más allá de estas dudas razonables sobre esta nueva tecnología, hay una industria plenamente consolidada, no siempre conocida, aunque sí muy esperada. Pero, ¿cuándo veremos los primeros coches autónomos en España? Abre bien los ojos porque quizás te has cruzado ya con ellos y no te has dado cuenta.
Las calles y carreteras de Madrid han sido el circuito en el que el que se ha probado el primer coche sin conductor de España. En concreto, tres vehículos Mitsubishi que han circulado, entre otras vías, por el Bus-Vao de la A-6 y por la M-30 y que forman parte delproyecto europeo Autocits liderado por Indra.
Las apuestas de los gigantes tecnológicos
A nivel mundial, la mejor prueba de que la implantación de los vehículos autónomos es un camino sin retorno es que prácticamente todas las empresas con algo que decir en el mundo del motor tienen ya sus propios prototipos en marcha.
La primera posición es quizás para Alphabet, la empresa matriz de Google, que lleva ya un tiempo (y cerca de 10 millones de kilómetros) probando su Waymo. El pulso se lo aguantan, de momento, Tesla, Baidu (el “Google chino”) y un fabricante, Lyft, que ha puesto sus ojos en crear una nueva flota de vehículos VTC. El toque de color lo puso Apple, quien por el momento parece más interesado en diseñar “las tripas” de estos coches que en lanzar su propio prototipo.
Entre los fabricantes de coches convencionales, prácticamente ninguno se ha quedado al margen del proyecto, con menciones destacadas para BMW, Hyundai, el Ford Fusion Hybrid o el Cruise AV de General Motors.
Los detalles de todos estos modelos -cada uno con sus particularidades- permiten hacernos una idea de cómo funcionan los coches autónomos, cuyo éxito pilota sobre tres claves. Por un lado, el equipamiento de cámaras, radares y sensores que permiten al ordenador dirigir la trayectoria y, sobre todo -y cuando no falla- evitar colisiones.
El segundo elemento importante es el software, que dota al vehículo sin conductor de una serie de mapas en 3D de gran resolución que, en teoría, garantizan una conducción más precisa que la del ser humano.
El tercer y último pilar es el de los algoritmos que, basados en la inteligencia artificial y el machine learning, les permiten tomar sus propias decisiones. Es aquí donde los vehículos autónomos se acercan más a la conducción humana.
Un desafío para las startups
No solo las grandes compañías se han embarcado en el proyecto, los vehículos sin conductor también suponen un importante desafío para las pequeñas empresas. Una de ellas es la startup de robótica Odyssey Robotics, que en 2017 recibió el Premio Santander Explorer de Banco Santander. Su proyecto desarrolla un sistema de guiado por visión artificial que permite convertir cualquier máquina en un vehículo autónomo. De momento, la iniciativa está centrada en crear máquinas autónomas que recojan información de carga, stock o personal.
La velocidad a la que avanza la evolución de los vehículos sin conductor permite aventurar que estarán en la calle en un futuro muy cercano. Preguntado al respecto, el presidente de la automovilística Seat, Luca de Meo, auguró el pasado mes de mayo que en diez años circularán por las calles y carreteras españolas. Para entonces, habrán mejorado notablemente su seguridad.
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