Tribunal Constitucional

El PP exige que se acate el fallo sobre el castellano que Mas desprecia

Prometió que la lucha contra la crisis sería su prioridad y que los debates identitarios serían relegados a un segundo plano, pero las sentencias del Tribunal Supremo que obligan a que el castellano sea vehicular en las aulas de Cataluña cambiaron los planes de Artur Mas.

Sánchez-Camacho (dcha.) conversa ayer con la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert
Sánchez-Camacho (dcha.) conversa ayer con la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispertlarazon

El debate sobre el modelo lingüístico de la escuela catalana protagonizó, en contra de su voluntad, la tercera sesión del pleno de su investidura como 129 presidente de la Generalitat.

Aunque hiciera ver que la cosa no iba con él, Mas fue uno de los responsables de que ayer en el Parlament se hablara de los fallos que obligan a revisar el modelo de inmersión lingüística. Porque el acuerdo que CiU y PSC sellaron para facilitar la investidura de Mas implica «preservar el modelo educativo catalán definido en el Pacto Nacional de Educación y la Ley de Educación de Cataluña». Esto es que todas las asignaturas de primaria y secundaria se impartan en catalán, excepto las dos horas semanales de castellano y las tres de lengua extranjera.

Tras observar que Artur Mas tenía la intención de obviar el toque de atención del Supremo, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, le recordó que la Constitución obliga a cumplir las sentencias del Tribunal.

A través de un discurso bilingüe, Sánchez-Camacho argumentó que el modelo lingüístico de la escuela catalana es «excluyente». Aunque se oyeron abucheos en el hemiciclo, la presidenta del PP no se mordió la lengua. Instó a Mas a respetar la Constitución, al Tribunal Supremo y a cumplir con el Estatut, que recoge que el castellano sea lengua vehicular. De hecho, la sentencia del Supremo es fruto de la anterior sentencia de recorte del Estatut por parte del Constitucional.

Sánchez-Camacho apresuró a Mas a adoptar medidas para que el castellano sea lengua vehicular, junto al catalán, en el sistema educativo obligatorio. Pero Mas le respondió que «la sentencia no cambia nada», porque la ley ya permite la opción de enseñar en castellano, aunque son pocas las familias que lo escogen. PSC, ERC, ICV le apoyaron y Joan Laporta le preguntó que «cuántas sentencias se han de editar para que se dé cuenta de que España no nos dará nada». Desde Ciutadans, Albert Rivera llamó al orden a Mas: «No sea insumiso».