Huelva
«El toro «Ratón» es temible en la plaza e inofensivo en los corrales»
El astado ha causado tres muertes y varios heridos en distintas plazas
Durante las últimas semanas el toro «Ratón» se ha hecho más célebre que algunos toros que por otras circunstancias habían pasado a la historia de la tauromaquia. El morbo de las gentes, que no es lo mismo que el interés de los aficionados, ha sido tal, que el propietario de este toro, el matador de toros retirado Gregorio de Jesús , que lo exhibe en la modalidad de «Bous al carrer» ha sido y es constante actualidad.
-Gregorio, la popularidad que no pudo alcanzar como novillero y luego como matador de toros la ha superado gracias a «Ratón».
-Así es. Estuve varios años en la profesión. Me doctoré en la plaza de Tarragona. Tomás Campuzano fue mi padrino ante la presencia de Emilio Oliva, pero las enormes dificultades de este oficio hicieron mella en mi ánimo hasta que decidí retirarme. De esto hace casi veinte años.
-Pero siguió vinculado al mundo del toro.
-Si, me padre, Gregorio García, que también fue matador de toros tenía algo de ganado que se lidiaba en la parte seria de espectáculos cómicos. Formó parte de la empresa de «El Toronto» y sus enanitos toreros. Más tarde cuando el Toronto se retiró, mi padre y yo continuamos con el negocio, en el que gran parte de los clientes y amigos, eran miembros de comisiones de fiestas de pueblos de la Comunidad Valenciana.
-Y con «Ratón» se han hecho ustedes ricos.
-No, con este toro se ha ganado dinero pero no lo que la gente piensa. Tenga usted en cuenta que al toro, que tiene ya once años, se le han dosificado sus actuaciones.
-¿En qué medida?
-Pues que en sus 132 meses de vida, sus salidas no llegan al centenar. Esto es, ni siquiera lo he soltado una vez al mes.
-Y por supuesto a buen dinero.
-Mire no voy a hablar de eso. Ni siquiera voy a dar cifras. Pero si quiero destacar que en una de las actuaciones de «Ratón» en la plaza de Valencia, cuando la empresa era Serolo, el coso registró una entrada de más de 9.000 personas. Hablé con el empresario, que se mostraba muy contento y convinimos en que en taquilla había un montante de más de 18 millones de pesetas. Ahora pregunto yo, ¿era lícito que yo me llevara una buena parte de ese dinero?
-Por supuesto que si. Eso nadie lo puede dudar.
-Otra cosa es cuando se trata de comisiones de fiestas de pueblos, que tiene un presupuesto muy ajustado, que son amigos, que son cliente de otros años, entonces las condiciones económicas son distintas. Y ya que me habla usted que a buen dinero, le diré que más que buen dinero, el que me han ofrecido en distintas cadenas de televisión. Si hubiese aceptado me habría llevado un dineral.
- ¿Y porqué ha rehusado?
- Pues porque no he querido entrar al trapo. En esos programas me hubiesen ametrallado a preguntas que no me hubiera apetecido contestar. Todo el mundo sabe cómo son esos programas. Mejor no aceptar, por ética y por mis propias convicciones.
- Ese gesto le honra, Gregorio. Y ahora volvamos a «Ratón». El toro por lo visto sabe latín.
-Bueno latín, y arameo. Tenga usted en cuenta que su obligación es embestir. Se trata de un animal muy bravo al que le hacen toda clase de tropelías. En muchas ocasiones por personas que lo único que hacen es casi torturar al astado. Por lo tanto es lógico que el toro se defienda y acabe resabiado. Por otra parte debo decir que el historial de «Ratón» es bastante curioso. Cuando era un becerrete unos desaprensivos lo torearon hasta dejarlo extenuado y a punto de morir. A mi regreso se lo llevé a su madre, que era una vaca extraordinaria, y lo cuidó hasta que se repuso. Cuando tenía dos años lo soltamos en L' Ollería para alumnos de la Escuela Taurina de Valencia y su comportamiento fue más bien bajo. Nadie pudo lucirse. Meses más tarde en una pelea, un toro le pegó una cornada muy fuerte en el recto y el animal estuvo al borde la muerte. Finalmente se recuperó.
-Pero ahora se lo disputan en todas partes.
-Hasta tal punto de que me acaban de llamar desde Huelva para exhibir al animal en distintos pueblos de la provincia y he declinado la propuesta.
-¿Cuando se volverá a soltar?
-El próximo día 24 en Canals.
-¿Será su última actuación?
-Es posible que así sea. «Ratón» sólo volverá a soltarse en casos muy especiales. Tenga usted en cuenta que sus once años de edad representan para un ser humano casi 70. En los corrales es casi, casi, inofensivo, yo le doy de comer en la mano.
-Pero en la plaza...
Evitar incidentes
Gregorio de Jesús no duda en manifestar su agradecimiento a todas aquellas personas que se han mentalizado de la peligrosidad del animal. Destaca que la presencia de la Guardia Civil, Policia local y los servicios de Protección Civil, han logrado evitar que accedan al ruedo personas que no están en condiciones de sortear las embestidas del toro. De esta manera se evita que se produzcan situaciones lamentables para todos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar