Artistas

«Con la peluca no te sientes enferma»

A la hora de convivir con un cáncer muy pocos se libran de la caída del cabello. Las pelucas suponen el mejor apoyo psicológico porque, según los pacientes, «no se nota y te ves igual que antes» 

«Con la peluca no te sientes enferma»
«Con la peluca no te sientes enferma»larazon

Una de las caras más amargas del cáncer son los cambios físicos que experimenta la persona durante el tiempo que recibe el tratamiento. La caída del cabello se torna como uno de los tragos más difíciles de digerir. Sin embargo, las pelucas se han convertido en la mejor terapia para que las afectadas puedan verse igual que siempre. «Sólo estás enferma el día que te encuentras mal, no cada vez que te miras al espejo. Gracias a la peluca me encuentro arreglada, no tengo la necesidad de verme calva ni que me recuerde que tengo una enfermedad», relata Elena, quien a sus 41 años le diagnosticaron en octubre del año pasado un cáncer de mama.

Un caso similar es el de María. Con 50 años lucha contra un cáncer de pulmón con un optimismo digno de admiración. Consciente de los estragos que la quimioterapia hace sobre su cuerpo, tiene muy claro que «aunque en un principio me mostré reacia, desde el momento en el que se me cayó el pelo no lo dudé ni un momento. No quería verme calva ni con un pañuelo. Llevar una peluca es el mejor apoyo psicológico que puedo tener». Sin cambiosLa naturalidad y que nadie note que una persona lleve peluca son dos conceptos primordiales que buscan todas las afectadas. Como ejemplo de ello, la directora y gerente del centro capilar Tizho's, Mercedes Garrosa, lleva sobre sus espaldas una experiencia de más de 30 años en el tratamiento de todo tipo de secuelas capilares.

«Intentamos recuperar la imagen perdida. Para ello, tenemos un equipo de profesionales muy preparados que esculpen y trabajan la peluca como si del propio pelo se tratara», afirma. Para María del Mar, diagnosticada desde julio del año pasado con un cáncer de mama, la peluca «está muy conseguida, no se nota nada, todo el mundo te dice que estás muy guapa y, lo más importante, yo me veo igual». 

En este sentido, María insiste en que «es tan exacta a mi pelo que ni con una lupa nadie averigua que llevo una peluca». Dado que el cáncer acecha cada vez más a gente joven, son muchas las afectadas que, además, de luchar contra la enfermedad, tienen hijos. «Gracias a la peluca he podido ocultarle a mis hijos mi enfermedad. Me parece esencial que no lo sepan porque ven muchas películas y creen que la gente que tiene cáncer se muere», resalta Elena. Un caso similar le sucede a María del Mar. «Mis hijos tampoco lo saben, pero ni mi padre ni mis hermanos. Viven fuera de España y para ellos supondría una preocupación y no podrían hacer nada. Además yo sigo trabajando, soy pediatra y considero que si lo cuentas no te permite seguir con tu vida normal porque todo el mundo se lamenta por ti». Aval sanitarioPara que la peluca no se note en absoluto, una de las normas que debe cumplir es que vaya bien adherida a la cabeza. Por ello, desde Thizo's cuentan con «las de pelo natural y que van pegadas con un adhesivo que, además, está aprobado por Sanidad. No provoca ningún efecto secundario ni ocasiona ningún trastorno dermatológico», matiza Garrosa. Cuando a María le ofrecieron esta opción, lo primero que hizo fue sorprenderse: «¿Cómo me voy a pegar eso? ¿Me picará? Pero nada, desde que la llevo jamás he tenido un picor. He ido a cenas de trabajo y todo el mundo me decía, ¿qué tiene la quimioterapia de ahora? Menuda melena tienes. Siempre le digo a Mercedes que me va a tener rapada toda la vida porque nunca me he visto tan natural y tan bien peinada».

En cuanto a los cuidados que requiere, Elena comenta que «al ir todas las semanas al centro yo no tengo que hacer nada. Allí lavan la peluca y mi cabeza, pero yo no la toco. Si tengo la piel seca o roja me dan los productos necesarios». Sin embargo, a Mar no le quedó más remedio que hacerlo ella porque por las vacaciones de verano se fue fuera de Madrid. «Me enseñaron a lavarla y a peinarla y no es nada complicado. He podido ir a la playa y a la piscina, pero sin mojármela». Conforme el pelo va creciendo debajo de la peluca se sujeta con un clip hasta que vuelve a su estado inicial.