León

En la plaza del Machete

La Razón
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En el ángulo agudo que cierran la Iglesia de San Miguel y el Palacio de Villasuso está la plaza del Machete, en Vitoria. Allí sigue existiendo una hornacina con una faca relampagueante. Ya no se usa. Pero en otros tiempos los señores de Vitoria-Gasteiz tenían que jurar su cumplimiento a las leyes sobre el susodicho cuchillo. O cumplían las normas o las cumplían... No sé si me explico.
No está uno queriendo promover en este recuadro el juramento del machete, ni mucho menos, pero bien vale como metáfora. Quiero decir que si Rodríguez Zapatero, en lugar de nacer en León y llegar a ser presidente del Gobierno tras ganarle a Bono las primarias, nace en Vitoria y llega a procurador general de la villa, tienen que recogerle la cabellera como se la recogieron a Luis XVI y a Maria Antonieta. A éstos por otros motivos bien distintos.
Bien está que Zapatero haya nacido en León –aunque ya no alce el puño en Rodiezmo– y que se haya librado del macabro trance vitoriano. No obstante, hoy debe existir alguna salvaguarda legal –la confianza en la moral es como apuntar las deudas en una barra de hielo– para que las promesas que se hacen con la embriguez del espirriaque electoral se cumplan. La reflexión viene a cuento porque quedan nueve meses cortos para las elecciones municipales. En Andalucía, unos comicios claves, probablemente los más disputados de toda la democracia. Y, a la vuelta de la esquina, los alcaldables y alcaldablas van a estar prometiendo, micrófono en ristre, el oro, el moro y la cachimba. Si el mercado político ha derivado en chamarilería de barrio, que al menos los ciudadanos –ciudadanos de derecho– tengan la posibilidad de reclamar judicialmente lo que pudo ser publicidad engañosa, propaganda inicua, o, simplemente, el timo de la estampita. Como los partidos políticos no se van a poner de acuerdo en este sentido y el juramento del machete ya pasó a la historia, sólo les digo a los votantes que se abstengan de creer promesas del tipo «vacaciones gratis para las amas de casa» (Chaves dixit). Si uno no supiera de qué va esto...