Delincuencia
Los porteros salieron del pabellón durante la avalancha
Abandonaron el recinto porque aquello era «una locura»
MADRID- Los controladores de acceso del Madrid Arena la noche de Halloween pudieron cometer alguna irregularidad si se demuestra que abandonaron su puesto de trabajo, según aseguran fuentes policiales. Y es que algunos miembros del equipo de seguridad que trabajaba en el interior del recinto aquella noche
–formado por 74 empleados, según la organización– salieron fuera del pabellón, según han declarado algunos testigos a la investigación.
Los testimonios recabados por los investigadores apuntan a que muchos trabajadores salieron al exterior tras ver que aquello era «una locura», según fuentes policiales.
Lo hicieron, al parecer, antes de que se produjera la avalancha que se cobró la vida de cuatro jóvenes. Y es que, a pesar de que eran los encargados de velar por la seguridad en el interior del Madrid Arena –otra empresa, Seguriber, se encargaba del exterior– y de realizar los registros pertinentes en las entradas al recinto, varios testigos han asegurado en sede policial que vieron a miembros de la empresa Kontrol, 34 S. L., identificados con chaleco, salir del pabellón cuando algunos de sus compañeros se afanaban impotentes en sacar a jóvenes del tumulto formado en uno de los vomitorios. Otros testimonios apuntan a que, en varios momentos de la noche, los empleados no vigilaban las salidas de emergencia para velar por la seguridad del resto de los miles de jóvenes que aún se encontraban disfrutando de la fiesta, ajenos a la tragedia que acababa de suceder. Muchos jóvenes ya habían declarado que los «porteros» se vieron desbordados por la situación y que se llevaban las manos a la cabeza al no poder reestablecer la normalidad en el Arena. Y es que la Ley no exige a los organizadores de este tipo de eventos contratar a profesionales de la seguridad (guardas jurado o vigilantes titulados), por lo que los empleados de Kontrol, 34 –una empresa cuya actividad principal según el Registro Mercantil es la creación e interpretación artística– no tenían por qué tener experiencia en garantizar la seguridad.
El «caso Madrid Arena» está desbordando a los investigadores. Tanto es así que el Grupo V de Homicidios, que estaba de guardia el día de la tragedia y lleva el caso, ha pedido refuerzos a otros grupos pertenecientes a la Brigada Provincial de la Policía Judicial para poder avanzar con más apremio en las investigaciones. Ya han tomado declaración a decenas de testigos: jóvenes que acudieron a la fiesta, familiares de las víctimas, el organizador del evento y a los miembros de seguridad que trabajaron allí esa noche.
También tienen por delante muchas horas de visionado de imágenes de las alrededor de 90 cámaras de seguridad con las que cuentan las instalaciones municipales. Hasta última hora de ayer, los agentes continuaban tramitando diligencias que trasladarán al Juzgado de Instrución número 51 de Madrid.
Rastrean restos de ADN de las bengalas
El pasado jueves, el mismo día de la tragedia, fue la teoría que más se barajó. Los ruidos ocasionados por petardos y bengalas lanzadas en una parte del recinto asustaron a muchos jóvenes –las detonaciones fueron confundidas por muchos testigos con disparos– y los hicieron correr hacia el vomitorio de los hechos. Sin embargo, las imágenes que se han podido ver hasta ahora, grabadas por muchos asistentes a la fiesta, muestran que las bengalas se lanzaron antes, durante y después de que el pasillo quedara atestado de jóvenes, por lo que probablemente no son la causa única de que la gente quisiera salir al exterior, aunque sí pudo ayudar. Siguiendo esta teoría, la Policía sigue buscando a los autores del lanzamiento de los artefactos explosivos, después de que la Policía Científica recogiera restos de bengalas en el lugar. Tras intentar sacar huellas con componentes químicos, los agentes podrían tratar ahora de extraer ADN de los restos que no ardieron para cotejarlos con posibles autores, según fuentes cercanas a la investigación.
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