Educación y legislación

Rajoy se había limitado a criticar las descortesías de Zapatero hacia el Papa Ratzinger, a quien sólo se acercó para despedirle, y Zapatero ha respondido a esa crítica diciendo que «en España no legisla el Papa», o sea confundiendo la educación con la legislación, la coherencia ideológica con la falta de inteligencia política o la velocidad con el tocino. Y es que nadie le ha pedido a Zapatero que legisle el Papa.
España es un país aconfesional desde muchos años antes de que él llegara al poder y lo es no gracias a él sino a pesar de él, porque por su parte ha hecho lo posible para imponer su propia confesionalidad y «la fe del zapatero», que es peor que la del carbonero porque no es fe que ignore la razón sino que va contra ésta; porque no es fe en lo que no se ve sino en lo contrario de lo que se ve.
De lo que se ve y lo que se ha visto porque Felipe González recibió al Papa Wojtyla sólo estrenarse como presidente y Tierno Galván hiló unos latinajos para mostrarle su deferencia cuando era alcalde de Madrid. Lo que se ha visto es a un Zapatero desdeñoso ante la bandera norteamericana, pero luego rezando con Obama y arrodillándose ante Wall Street. Lo que se ha visto no es al Papa legislando sino a Esquerra Republicana.