Barcelona
Jorge Fernández Díaz: «Mas no puede plantear el pacto fiscal porque no hay dinero que repartir»
«El modelo de financiación actual tiene vigencia hasta 2013, hay que respetar las reglas de juego»
BARCELONA- Es el primer cabeza de lista que Rajoy ha anunciado. ¿Es casualidad que haya sido el candidato por Barcelona el primero en conocerse?
– Mariano Rajoy no es un hombre que improvise, pero eso no resta que no me sorprendiera que anunciara mi candidatura en una conferencia ante la sociedad civil catalana el jueves.
– ¿Puede tener que ver con que Cataluña puede tener la clave de estas elecciones?
– Anunciarlo fue un gesto hacia Cataluña, hacia el PP de Cataluña y al buen trabajo de su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho. Rajoy ha reconocido de manera explícita la importancia y singularidad de Cataluña y estoy seguro de que el conjunto de la sociedad catalana así lo interpretará.
– ¿El PP se juega la mayoría absoluta en Cataluña y Andalucía?
– Es un hecho objetivo, Andalucía y Cataluña son las dos comunidades autónomas más pobladas de España y las que aportan más diputados, pero hay un dato adicional. En las últimas elecciones generales, el PSOE nos superó en 15 diputados y en Cataluña nos adelantó en 17. El cambio que empieza ahora, como dice nuestro eslogan de campaña, pasa necesariamente por Cataluña.
– ¿Cree que este cambio se ha avanzado con el apoyo que el PP catalán da al gobierno de la Generalitat en, por ejemplo, los presupuestos?
– El desastre sin paliativos que fue el tripartito en Cataluña ha repercutido en CiU, pero también en el PP porque en estos momentos estamos garantizando la gobernabilidad en Cataluña.
– ¿Es fácil entenderse con CiU ahora o hay demasiado ruido por la cercanía de las elecciones?
– Como dijo Rajoy, se ha sobredimensionado, y no por casualidad, la cuestión lingüística y se han cometido además otros excesos con ocasión de la Diada. Es lamentable que tengamos que estar acostumbrados a estos excesos por el simple hecho de que sea el 11 de septiembre.
– Cada vez que se abre el debate sobre la situación del castellano en las escuelas catalanas los partidos acaban acusando al PP de anticatalán porque defiende que el castellano también sea lengua vehicular. ¿Cómo lo van a neutralizar?
– Alicia Sánchez-Camacho dijo una frase muy afortunada cuando explicó que la Generalitat con quien tiene un problema es con la Justicia, no con el PP. Quien ha hecho que el debate sobre la política lingüística de la Generalitat en las aulas aflorara en este momento no ha sido el PP, sino el TSJC. Además, no es un tema banal ya que está en juego el principio de seguridad jurídica. Muchos tienen interés, aunque digan lo contrario, en mantener viva esta polémica a falta de otros argumentos.
– ¿Este otros incluye al PSC?
– Es patético ver al PSC y a su candidata levantando como única bandera electoral la defensa de la inmersión lingüística y el ataque al PP como un partido anticatalán. La ministra de Defensa, por la mañana, pasa revista a las tropas, y, por la tarde, defiende que se incumpla la ley y que la bandera española no ondee en Badalona.
– En política, ¿no hay demasiados dobles discursos?
– El balance que deja el Gobierno es el de una crisis pavorosa, y, por eso, han optado por inventar enemigos imaginarios creyendo que pueden hacer que sus bases se movilicen a partir de convertir al PP en el pim-pam-pum y el chivo expiatorio de una situación que existe más en su imaginario que en la realidad social que se vive día a día en Cataluña. Los catalanes están preocupados, y de verdad, por el paro, el cierre de empresas, mantener los puestos de trabajo y buscar horizontes para los jóvenes que ahora no tienen perspectivas de encontrar trabajo.
– ¿Un PP en el Gobierno con o sin mayoría absoluta va a escuchar la petición de pacto fiscal de Artur Mas?
– El actual modelo de financiación autonómica fue promovido por el anterior gobierno de la Generalitat, el tripartito, y apoyado en las Cortes como un modelo que daba más recursos que nunca a Cataluña y que incrementaba su autonomía financiera como nunca. Ese modelo tiene vigencia hasta 2013 y el respeto a las reglas de juego obliga a que hasta que no llegue esa fecha no nos tengamos que plantear un cambio. Además, el sentido común tiene que estar muy presente en las decisiones políticas y, con la situación de crisis que tenemos, hablar de pacto fiscal no tiene ningún sentido. No hay nada que repartir, salvo déficit y, por desgracia, casi pobreza. No pongamos la carreta delante de las mulas, lo que hay que hacer es salir de la crisis y generar riqueza, y cuando eso lo hayamos hecho podremos plantearnos de qué manera repartimos los recursos.
– ¿Son conscientes de que el gobierno catalán presenta el pacto fiscal como la solución a todos sus males?
– Cataluña es profundamente solidaria y es evidente que la solidaridad no puede poner límites al crecimiento y la competitividad de la economía catalana, que representa el 20 por ciento del PIB de nuestro país. Su capacidad emprendedora y su actividad exportadora tienen tanto peso en la economía española que Cataluña debe implicarse en la salida de la crisis sea cual sea el resultado electoral, porque de esta crisis o salimos juntos o no salimos.
– La situación económica es tan extraordinaria que en los últimos coletazos de la Legislatura el Gobierno ha recuperado un impuesto que había eliminado y utiliza el argumento contrario al que usó entonces para defender su imposición. ¿Les dan buen material para la campaña?
– Lo más patético de todo es, por una parte, la imagen de improvisación, y, por otra, de percepción de incapacidad. Lo que ha ocurrido con el impuesto de patrimonio es emblemático, han querido hacer caja y que el señor Rubalcaba pueda contentar a los indignados con medidas que ya no son de izquierda sino de ultraizquierda.
– Las medidas que va a tener que aplicar el próximo Gobierno deberán ser muy restrictivas. ¿Ve la luz al final del túnel?
– Sin cambio de Gobierno no vamos a salir de la crisis. Además, necesitamos un Gobierno fuerte para acometer todas las reformas necesarias. Si me pregunta cuándo vamos a salir de la crisis, le tengo que decir que no tenemos una varita mágica, pero cuanto más pronto nos pongamos a hacer lo que tenemos que hacer, antes y mejor saldremos de la crisis. Hemos salido de otras crisis con anterioridad, aunque seguramente ninguna de la gravedad de ésta. Cuando llegamos al Gobierno en 1996, España tenía una tasa del paro superior al 20 por ciento y había tirado la toalla para ingresar en el euro porque no cumplíamos ni uno de los criterios del Tratado de Maastricht. Entonces, hablamos con claridad, hicimos las reformas estructurales necesarias y nos apretamos el cinturón todos. El resultado fue que España ingresó en el euro.
– Sin embargo, usted ha dicho que la crisis actual es peor. ¿Cómo se recompone la situación?
– Si España no ofrece garantías, la gente no invertirá. En los ocho años de Gobierno del PP se crearon 5 millones de puestos de trabajo, cuando al llegar teníamos una tasa de paro prácticamente del 22 por ciento. Después, lo abandonamos con una tasa del 10 por ciento. Paradójicamente, si el PSOE pierde las elecciones el próximo 20 de noviembre, volverá a dejar el país con una tasa de paro del 22 por ciento. No tenga ninguna duda de que, con la complicidad de todas las instituciones del país, si fuimos capaces de sacar a España de la crisis entonces, lo volveremos a hacer.
– ¿Se atreve a poner un techo al resultado del PP en Cataluña el 20-N?
– No le quiero poner puertas al campo. El mejor resultado que ha obtenido el PP de Cataluña hasta ahora han sido doce diputados en 2000, año en que logramos la mayoría absoluta, y me atrevo a decir que en estas generales no vamos a estar por debajo de ese resultado.
– ¿Cómo se defiende a Cataluña en Madrid?
– Defendiendo los intereses y resolviendo los problemas de los catalanes. El refrán dice que hay amores que matan y tengo muy claro, y la Historia así lo pone de manifiesto, que los nacionalistas, por su pretendido amor superior en este caso por Cataluña, hacen más daño que otra cosa. Recuerde el tratado de paz de los Pirineos de 1659 y cómo España perdió una parte del Rosellón y la Cerdaña por la sublevación a la monarquía. A Cataluña se la defiende haciendo políticas que permitan que los catalanes vivan mejor.
– ¿El PP va a hacer una campaña intentado evitar la crispación?
– Diría que una campaña de fuerza tranquila, sin que se interprete que tranquila quiera decir ni pasividad ni conformismo ni falta de ambición, sino fuerza serena. Vamos a ir a lo nuestro, que va a ser atender las prioridades y preocupaciones de la gente, no las de los políticos, ni de las opiniones publicadas.
– ¿Repetirán la fórmula de una gran presencia de Rajoy en Cataluña durante la campaña?
– Rajoy vendrá a Cataluña siempre que pueda y también será protagonista Alicia Sánchez-Camacho, que ha conseguido pacificar y poner al partido en el centro de la política catalana desde que accedió a la presidencia en el congreso de julio de 2008. Tuvimos un resultado magnífico en las autonómicas, cuando nos convertimos en la tercera fuerza política a escasos diez diputados del PSC en el Parlament, y esa racha continuó en las municipales. Ahora, todos estamos muy implicados en las generales.
EN PRIMERA PERSONA
Estrecho colaborador de Rajoy
Es la tercera vez que Jorge Fernández encabeza la lista del PP por Barcelona en las generales y todo indica que tendrá gran protagonismo en el próximo Gobierno si su formación gana las elecciones. No en vano es un estrecho colaborador de Rajoy desde cuando éste era ministro de Administraciones Públicas y ha desempeñado altas responsabilidades. La última como vicepresidente del Congreso. Sus compromisos en Madrid no le han apartado de la política catalana y es habitual verle en actos de partido junto a la presidenta de la formación, Alicia Sánchez-Camacho, con la que tiene una excelente sintonía.
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