El adiós de Revilla La imagen de Cantabria

Pero más allá de los votos que obtenga el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), que podría incluso mejorar los resultados logrados en 2007, Revilla depende del voto de castigo que los cántabros dediquen al PSOE. Su candidata, María Dolores Gorostiaga, tendrá que luchar para minimizar la pérdida de sufragios para, al menos, poder gobernar en coalición. La mayoría de encuestas coinciden en dar como vencedor de las elecciones cántabras al PP.

La cuestión ahora es si su candidato, Juan Ignacio Diego, será capaz de conseguir la tan ansiada mayoría absoluta fijada en 20 escaños. Y en esto ni mucho menos hay unanimidad, ya que otros sondeos señalan que los escaños del PSOE y el PRC seguirían siendo suficientes para mantener su pacto. Así, y por tercera vez consecutiva, regionalistas y socialistas estarían en posición de repetir el pacto de gobernabilidad suscrito en 2003, y reeditado en 2007.

Asumiendo que el voto mayoritario en Santander irá a las urnas populares, el voto rural se antoja decisivo. Serán los pueblos pequeños quienes decidan ese último escaño, el que inclinará la balanza hacia la coalición PSOE-PRC o, por el contrario, hará posible que el PP se haga con el poder, sin necesidad de pactos.

Política. Líder carismático
Si algo no se le puede reprochar a Miguel Ángel Revilla es su liderazgo al frente de Cantabria y su capacidad para dar a conocer esta región en el resto de España. No en vano el líder autonómico es famoso por sus apariciones televisivas. Sus partidarios le defienden por ser un «tipo» campechano y hablar sin pelos en la lengua. Sus detractores, por contra, le tachan de demagogo y populista por los mismos motivos. El jueves. sin ir más lejos, decidió mantener todos sus actos de campaña pese a la tragedia ocurrida en Lorca. «No podemos remediar nada», argumentó.

Y es que resulta innegable que no hay nadie capaz de hacerle sombra y mucho menos eclipsar la simpatía que éste despierta entre sus habitantes, ya sea por su habitual presencia en los platós de televisión, por regalar anchoas y sobaos allá por donde pisa o por acudir a sus encuentros con Zapatero en La Moncloa en taxi. No en vano, de no repetir como presidente –lo es desde 2003, gracias al pacto con el PSOE–, los más perjudicados serán los medios de comunicación. Sus titulares han dado juego durante dos legislaturas, pero ahora está por ver si continuará dando qué hablar. Sin embargo, la popularidad de la que goza no tiene reflejo en los votos que obtiene.

Infraestructuras. El AVE a Cantabria
Motivo de discordia durante los últimos años, Revilla siempre ha defendido públicamente el proyecto, hasta el punto de desembocar en la ruptura de su pacto con el PSOE en Cantabria. Fue el pasado año cuando el Ejecutivo español anunciaba la paralización de las obras del AVE a Cantabria a la altura de Palencia. El presidente cántabro daba un ultimátum de un mes para retomar las obras. Ni siquiera la oferta de Fomento de que la Alta Velocidad llegara desde Bilbao le apaciguó. Así, anunció que rompía relaciones con el ministro José Blanco.
Mantuvo su órdago y le salió bien. El Gobierno reculaba y, en julio, Zapatero anunciaba que el AVE llegaría a Cantabria por la Meseta... allá por 2015.

Ley de Montes. Solución aplazada
Así, no todo ha sido un camino de rosas para el presidente regional. Su polémica Ley de Montes le granjeó la enemistad de miles de propietarios que, hasta que se empezó a hablar de una nueva normativa, venían disfrutando de los montes de utilidad pública. Sin vistas de una solución cercana, Revilla ha optado por congelar el asunto hasta pasar las elecciones, consciente de la gran pérdida de votos que le podría suponer.

Y para guardar las apariencias, nada mejor que encargar multitud de informes al Consejo de Estado y estudios individualizados de cada caso. Sin embargo, no es suficiente para los afectados, que continúan luchando por que nadie se quede sin sus montes de utilidad pública, incluidos aquellos que no disponen de escrituras ni prueba fehaciente de propiedad. De momento, se tendrán que conformar con el compromiso verbal del presidente, a la espera de lo que ocurra el 22-M.

Economía. Un problema relativo
Al contrario de lo que sucede en casi todo el territorio nacional, Cantabria no tiene entre sus principales preocupaciones el desempleo. Una tasa de paro del 16,37% le sitúan cinco puntos por debajo de la media nacional. Aunque, sus 44.800 desempleados, 4.600 más que hace un año, no opinarán lo mismo.