Los Ángeles
Cernuda el malencarado
Tres años después de «Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938)», Antonio Rivero Taravillo completa su viaje por la cambiante andadura del autor de «La realidad y el deseo».
Si en aquella ocasión se nos aparecía un Cernuda contradictorio y solitario, en este volumen, que investiga su trayectoria de exiliado en Europa y Norteamérica, tales cosas se intensifican hasta darnos una imagen del poeta de pura zozobra, de alma insatisfecha, áspera y exquisita a la vez. De tal forma que la «sensación de paz», como él mismo confesó, con la que salía de España en 1938 durará poco. Le espera una navegación con demasiados puertos en donde intentar echar amarras. Taravillo coge el timón de esta vida fluctuante con gran meticulosidad consigue un trabajo de mérito cuyo mayor aliciente habrá sido rastrear los pasos que Cernuda dio por tierras galas, británicas, estadounidenses y mexicanas.
El Londres, París y Glasgow bélicos, su empleo como profesor sin vocación y su traslado a América en 1947 nos acercan a un Cernuda poco hábil con los idiomas, distante cuando no malencarado. Y otro tanto pasará en Nueva York, Massachussets, Los Ángeles, los lugares donde continúa ejerciendo de maestro y conferenciante con la ayuda de escritores con los que a veces se muestra ingrato; por algo definió así Guillén su forma de relacionarse: «Transformar la amistad creciente en odio avanzado» (pág. 229). Un dandi con genio, una figura egocéntrica con rutina de «anacoreta», así era el Cernuda persona. ¿Y el poeta? Aquí se nos dan las claves de sus libros y se explica su querencia por México, cómo el artista permaneció en su caparazón para entregarse a lo más sublime: trabajar para que la realidad y el deseo se mezclaran con la vida y la memoria hasta hacerse poesía.
Sobre el autor: Rivero Taravillo es poeta, traductor, gran viajero y editor en Sevilla, un todoterreno. Ideal para...: todos aquellos que disfrutan leyendo sobre la vida íntima de los poetas. Puntuación
9
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