España

La deuda autonómica

La Razón
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La crisis económica ha puesto de manifiesto un problema que algunos expertos habían apuntado sobre la organización territorial del Estado y el reparto de competencias entre las diferentes administraciones públicas. No es un problema fácil de abordar e incluso soy pesimista. Hay que tener altura de miras y coraje político, dos virtudes que no abundan. A la hipertrofia legislativa, que nos retrotrae al caos legal que reflejaba la Novisima Recopilación a principios del siglo XIX, se unen los excesos de unas administraciones autonómicas que han copiado los errores de la Administración General del Estado, su estructura y tienen un excesivo número de funcionarios. Otro problema es la existencia de pequeños municipios que deberían desaparecer y unas diputaciones que son una carga innecesaria. Finalmente, está la duplicidad en la prestación de servicios públicos o la asunción de ellos por administraciones que no son las competentes. España tiene una compleja estructura como si fuera el país más rico del mundo. Es una situación insostenible.