Castilla-La Mancha

Rebelión médica contra el colapso de los ambulatorios

Tan sólo reclaman atención, la misma que ellos ofrecen cada día a los ciudadanos, para poder poner su granito de arena a un sistema sanitario que se reconoce ya como insostenible.

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«Pedimos que se hagan campañas a favor de un uso razonable de los recursos asistenciales por parte de los pacientes», explica Ignacio Cantero, vicesecretario de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Esta es una de las conclusiones del «Análisis sobre la situación de los médicos de familia en España», presentado ayer y realizado por este colectivo médico. En los resultados se ha encontrado unanimidad en torno a la necesidad de realizar campañas de educación sanitaria a la población general por parte de las autoridades sanitarias. Y es que una de cada cuatro consultas son innecesarias.

Además, el 86 por ciento se ha mostrado partidario de implementar algún sistema de copago –no económico–, siempre y cuando se oriente a reducir la utilización inadecuada de los servicios por parte de la ciudadanía. En este sentido, el presidente de Semergen, Julio Zarco, explica que «hay excelentes modelos en Canadá y en los países nórdicos, en los que se penaliza el uso inadecuado de los servicios sociales, sin romper la equidad del sistema y al mismo tiempo favorecen la sostenibilidad del mismo».

«El objetivo de este proyecto de investigación es el de mejorar la AP (Atención Primaria) española, para lo cual es estrictamente necesario que los propios profesionales que trabajan en el primer nivel asistencial opinen, orienten y participen en la toma de decisiones y en la gestión de un nuevo modelo», declara Zarco. Por ello, en cuanto al ámbito organizativo se refiere, la mayoría de los profesionales encuestados (59 por ciento) considera que tanto el médico como el paciente deben integrar el eje del sistema sanitario.

Y tanto Zarco como Cantero subrayan la importancia de que nueve de cada diez médicos manifieste en la encuesta que los gerentes de área no deben estar sujetos a cambios políticos. «Éstos interfieren en la configuración de los planes de salud, que deben ser a diez y quince años y no a cuatro como se elaboran en la actualidad. No debemos estar sujetos a los vaivenes de la política», manifiesta el presidente de Semergen.

Por la calidad asistencial
El 82,9 por ciento de los médicos de atención primaria se muestra claramente a favor de la autogestión de los centros de salud, como una herramienta que mejora los resultados de la asistencia a los pacientes. Los profesionales encuestados creen que se deberían priorizar aspectos tales como la contratación de personal, el horario de funcionamiento y las actividades a desarrollar, en los que además deberían tener algún tipo de voz para opinar sobre los mismos. Así, nueve de cada diez confesaron no disponer de los recursos que consideraron necesarios para una adecuada práctica clínica, como internet o herramientas diagnósticas, lo que provoca la insatisfacción de un 29 por ciento de profesionales.

No contar con lo básico, pese al ahorro, repercute en el enfermo. Esto desencadena una mala calidad asistencial que se traduce muchas veces en pacientes descontentos, lo que conlleva los sonados conflictos médico-paciente. Así, el 26 por ciento reconoce haber sufrido algún tipo de agresión en los últimos doce meses, de los que seis de cada diez se han traducido en violencia física. Para que esto no ocurra y no se cobre este tipo de facturas, Zarco subraya que «hay que denunciar». «Debe ser el médico el que vaya al juzgado y diga que atiende a más pacientes de lo que puede, antes de que sea el paciente el que, por una mala atención, vaya y lo reclame ante la Justicia», añade Zarco, que anima a sus compañeros de profesión a ejercer este tipo de derechos y a «desfuncionarizarse» y a recuperar el espíritu de su profesión.

En referencia a estos aspectos, el 91,2 por ciento de los médicos encuestados reconoce estar sometido a una sobrecarga asistencial importante. En este sentido, «con lo que el tiempo de consulta que debería ser de 15 minutos como mínimo de media, se reduce a unos siete o cinco minutos por paciente en la actualidad», como denuncia Zarco.

Muchas de las consultas, tres de cada diez, se deben a motivos leves, como las relacionadas con temas burocráticos (altas y bajas, recetas de enfermedades crónicas, justificantes médicos...) y a somatizaciones y dolencias sin importancia. Los profesionales con mayores niveles de sobrecarga asistencial son los de Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Madrid, Canarias y Extremadura, comunidades en las que el número de pacientes que los profesionales de la AP tienen que atender cada día oscilan entre los 47 enfermos de Canarias y los 52 de Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha.

«La atención primaria debe influir en el sistema sanitario para que éste sea eficiente y sostenible. Dicho peso se logra con la implicación de los profesionales en la gestión del día a día y se basa en la capacidad de éstos para mejorar la accesibilidad y resolución de las necesidades sanitarias del ciudadano», añade el presidente de Semergen. En este contexto, «es necesario plantearse como objetivos la modernización, reordenación y potenciación del primer nivel asistencial para adecuar la oferta de servicios a las necesidades, demandas y expectativas de la población», añade Cantero.

Reparto de funciones
A pesar de las críticas que vierten sobre el sistema, desde el profundo conocimiento que tienen del mismo, han elaborado un decálogo de propuestas. Entre las mismas se encuentra la profesionalización y descentralización de la gestión, el reparto de funciones entre los profesionales sanitarios, la corresponsabilidad de los pacientes, el redimensionamiento de las plantillas de médicos de atención primaria y el uso generalizado de las nuevas tecnologías de la comunicación e información, entre las más destacadas.

«Apostamos por una potenciación de la enfermería como personal de apoyo al médico, con sus propias competencias y gestora de casos. Así como que existan las consultas "auxiliadas", en las que el personal de administración tenga competencias que sirvan para desahogar la burocracia del médico», apunta Zarco.