Sevilla

Los alcaldes exigen más control en los desembalses para prevenir riadas

Los alcaldes de las 18 localidades más afectadas por las últimas inundaciones exigieron ayer a la Junta de Andalucía un mayor control en los protocolos de desembalses, sobre todo en periodos en los que las precipitaciones caen de manera virulenta.

Estado que presentaba la carretera A-405 en el Campo de Gibraltar
Estado que presentaba la carretera A-405 en el Campo de Gibraltarlarazon

El consejero de Gobernación, Luis Pizarro –que presidió el encuentro–, reconoció que los regidores de los municipios donde se suelen producir inundaciones «deben tener una información puntual y veraz» sobre los desembalses que se llevan a cabo en los pantanos cercanos. Uno de los alcaldes más críticos con las últimas actuaciones en esta materia fue el de Córdoba, Andrés Ocaña (IU), quien denunció que la información que recibió la semana pasada por parte de la Agencia del Agua no coincidía con el estado real del Guadalquivir. «Estas operaciones se deben hacer cuando la meteorología lo permita y de forma controlada», sugirió, al tiempo que instó a «mantener el caudal de los embalses en niveles prudentes». En este sentido, Ocaña advirtió de que los pantanos de la provincia cordobesa están al 90 por ciento de su capacidad, por lo que «el margen de maniobra es muy escaso».

Pizarro propuso a los regidores un calendario de reuniones, esta vez de carácter provincial, para acordar medidas más concretas y una serie de estudios y análisis sobre la problemática de cada municipio. Sin embargo, no se fijó ninguna acción urgente para paliar los efectos de las riadas en zonas cercanas al Guadalquivir en las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla. Por supuesto, ni se trató la petición de ayudas económicas para los afectados.

Entre otras acciones, la Junta se compromete a elaborar un mapa detallado de las zonas inundables, «determinando con precisión las áreas de cada municipio ribereño que son suceptibles de sufrir riadas a partir de los datos históricos disponibles». También se revisarán los planes de emergencias de ámbito local, se identificarán las viviendas y edificaciones situadas en zonas anegables, se elaborará un estudio sobre viviendas ilegales y el comportamiento de los ríos y arroyos próximos a núcleos de población y se revisarán las obras en ejecución o planificadas, este último extremo muy criticado por algunos alcaldes, que denuncian el «retraso» en la construcción de infraestructuras previstas tras las inundaciones del pasado mes de febrero.

Pizarro subrayó que a medio plazo la Junta irá tomando medidas estructurales, «siempre que las precipitaciones nos den una tregua».