Murcia

Lo malo y lo malo por Pedro Alberto Cruz Sánchez

La Razón
La RazónLa Razón

La cuestión prioritaria es ganar la confianza de lo mercados – a costa de lo que sea. El problema es que no sabemos cuál es el truco para conseguirlo. Aparentemente, la clave es la reducción del déficit y la creación de una imagen de solvencia para España. Esto ha conducido a una sucesión de recortes como jamás nos hubiéramos podido imaginar. Pero he aquí que, después de que Rajoy anunciara el miércoles la nueva tanda de reformas históricas, el resultado fue que, 24 horas después, los mercados seguían castigando con dureza el bono español ante el miedo de que tales medidas de ajuste inhibieran todavía más el consumo y, por tanto, agravaran el proceso de recesión en el que estamos inmersos. ¿Hay alguien que lo comprenda? Evidentemente no. Y todo indica que así vamos a seguir, porque, a tenor del comportamiento de los agentes económicos, su demanda de «más confianza» se ha tornado en un sentimiento de ansiedad y de urgencia al que resulta imposible responder.

Me explico: después de varios años de degradación de nuestra economía, a los mercados ya no les vale la «política de las medidas»; sólo contemplan los resultados que sean capaces de traer éstas. Pero, claro está, no se conforman con cualquier tipo de resultados, en el sentido de que todas aquellas acciones encaminadas a cumplir los objetivos de déficit ya no pueden limitarse a que, en efecto, las cuentas públicas se equilibren. A día de hoy, este éxito por sí mismo ya no sería suficiente. Los mercados esperan un impacto directo e inmediato de las medidas de reajuste sobre el comportamiento del ciudadano –en otras palabras: que la estrategia de reducción del gasto público se traduzca al instante en un crecimiento de la confianza interna y, por extensión, en un aumento del consumo. Y esto, a día de hoy, no solamente no es posible, sino que constituye en sí mismo una contradicción. Cuantas reformas se están anunciando son puestas en vigor a sabiendas de que van a agravar el proceso de recesión que venimos padeciendo desde hace meses. El retraso en el tiempo con que se han tomado ha supuesto que la economía española se halle fuera de hora, y de que, por consiguiente, la traducción natural de los reajustes en confianza entre la ciudadanía haya quedado descartada como opción plausible. España necesita tiempo, y esperemos que los mercados estén dispuestos a concedérnoslo. 

 

Pedro Alberto Cruz Sánchez
Consejero de Cultura y Turismo