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Cataluña airea un déficit fiscal que se mantiene en el 8% del PIB desde 1986
BARCELONA– Entre 1986 y 2009, Cataluña ha cambiado el modelo de financiación y ha pasado de tener de seis a siete millones y medio de habitantes, pero el déficit fiscal se ha mantenido en el 8 por ciento del producto interior bruto. Lo explicó ayer el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, que rememoró los 24 años que pasó como profesor de Economía y Matemáticas en la Universidad de Berkeley (1972-1980) y como catedrático de Economía en Harvard (1981-1996), para hacer digerible la presentación de la última actualización de las balanzas fiscales, que va de 2006 a 2009.
La balanza fiscal de Cataluña con el Estado, que Mas-Colell se molestó en explicar que es la diferencia entre lo que aportaron los catalanes a España en forma de impuestos y lo que recibieron del Estado a través de servicios públicos e inversiones, ha sido y es negativa. El conseller defendió que Cataluña debe ser solidaria, pero censuró que el déficit fiscal ronde, año tras año, el 8 por ciento, porque es «inaguantable» a corto y largo plazo.
En 2009, el último año del que se disponen datos, el déficit fiscal de Cataluña fue sel 8,4 por ciento, el equivalente a 16.409 millones de euros. Esto quiere decir que el Estado recaudó 61.812 millones de euros a través de los impuestos de los catalanes y revirtió 45.403 millones.
Pacto fiscal necesario
Para reforzar la tesis de que estas cifras son «insostenibles» para Cataluña, Mas-Colell expuso más datos. Por ejemplo, que cada catalán dio en 2009, 2.251 euros más de los que recibió, casi el doble que en 1986, cuando el déficit fiscal por habitante era de 1.076 euros. También explicó que durante estos años, Cataluña aportó de media el 19,49 por ciento de los ingresos de la Administración central, pero recibió un 14,03 por ciento, cuando por su peso en el PIB estatal le hubiera correspondido un porcentaje del 18,6 por ciento y por su peso poblacional, un 16 por ciento.
Si se excluyen las partidas, tanto de ingresos como de gastos, correspondientes a la Seguridad Social –esto son las contribuciones y las prestaciones de paro–, el Estado devuelve el 11,2 por ciento. Para que todo el mundo lo entienda, Mas-Colell dijo que de cada euro que un catalán da al Estado, 43 céntimos no vuelven.
Todos estos datos son válidos teniendo en cuenta que para calcular las balanzas fiscales de Cataluña de los últimos 24 años se utilizó el método del flujo monetario, que sirve para medir el impacto de una inversión en un territorio. Porque según el método de flujo del beneficio, que trata de medir cómo incrementa el nivel de bienestar de los ciudadanos de un territorio gracias a la actuación de la administración, el déficit fiscal de Cataluña en 2009 fue del 5,8 por ciento.
Tras exponer estos cálculos, Mas-Colell esperaba una pregunta: «¿Y cómo se resuelve este desagravio?». «La solución a este déficit es el pacto fiscal», aseguró. Si se rebajara la solidaridad a la mitad, Cataluña no tendría número rojos, resumió. «No tendríamos que pedir que nos construyan los accesos ferroviarios al puerto» y «los ciudadanos tendrían menos presión fiscal», dijo. Para facilitar la negociación, enviará el trabajo al Gobierno, «traducido al castellano».
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