Sevilla
Carcaño ante la Justicia 1000 días después del asesinato de Marta
La Audiencia juzga desde hoy al asesino confeso y a Samuel Benítez, Francisco Javier Delgado y María García. «El fin no llegará hasta que aparezca el cuerpo», subrayan los padres de la menor
Sevilla-Casi mil días, con sus largas noches, después del crimen de Marta del Castillo, los acusados Miguel Carcaño, Samuel Benítez, Francisco Javier Delgado y María García rendirán, a partir de hoy, cuentas ante la Justicia. Todo ello a la espera del fallo por la revisión de la causa de Francisco Javier García Marín, menor cuando sucedieron los hechos.
El lento e incesante goteo de estos 996 días de espera infructuosa, en tanto no aparezca el cuerpo de la menor, ha puesto a prueba la fe en la Justicia de la familia de Marta. De la esperanza a una condena justa se ha pasado a esperar «cualquier cosa», sobre todo teniendo en cuenta que, salvo que la Audiencia diga lo contrario, el único implicado juzgado, a no ser que se acepten los cargos de asesinato y violación, apenas tendrá que pasar unos meses recluido por encubrimiento. Los padres de la víctima confían en que la revisión del fallo de «El Cuco» sea condenatoria. «Hay pruebas, no suposiciones», defienden. Antonio del Castillo recuerda que «ni su padre se cree la versión de este individuo». «Defendió que su hijo estaba a las once en la casa y luego no fue capaz de repetirlo delante de un juez. Sabe que miente y está encubriendo» a «El Cuco», añadió.
Es el turno de los adultos. Los padres de Marta irán «todos los días», aunque no podrán entrar en la sala hasta que declaren como testigos, después de la primera semana de juicio. Están «deseando ver las caras» de los inculpados. «Les pediría que dijeran dónde está el cuerpo de mi hija. Ya no quiero ni que me digan ni por qué ni cómo pasó. Sólo recuperar el cuerpo de mi hija», señaló Eva Casanueva.
«El fin no llegará hasta que aparezca Marta. Para llegar a ello, hay un capítulo pendiente que es verlos en la cárcel, que paguen por lo que han hecho», explicaron. «La última puerta de la última habitación», sostienen, como si el dolor fuera un laberinto. «No nos dan la posibilidad de que acabemos con el sufrimiento, para intentar llevar una medio vida, porque rehacer la vida es imposible», indicaron. Ni han confesado ni «la Policía ni los jueces han sido capaces de sacárselo». «Muchas veces me pregunto quién tiene la culpa de esto, y ya no sé a quién achacarle esa solución final que nos merecemos», confesó el padre de Marta del Castillo.
El juicio viene a ser una forma de «ir cerrando capítulos». Otra etapa quemada, nunca mejor dicho, porque se trata de un «infierno» en vida. «Olvidar no vamos a olvidar nunca», subrayaron los padres de Marta. En enero se cumplirán tres años del crimen, la casa de la calle Argantonio sigue igual, con los mismos cuadros, las mismas fotos, el olor a vainilla que le gustaba a la joven. «Nadie puede imaginar lo que es levantarse cada mañana sin saber lo que pasó con tu hija» y la duda, la incertidumbre. «Por qué le hicieron esto, por qué se deshicieron de ella como si fuera un perro. Peor, yo no sería capaz de tratar a un animal como ellos han tratado el cuerpo de mi hija», relató Eva Casanueva. «Siento rabia y les deseo lo peor en este mundo. Que cada día sea un sufrimiento ni más ni menos que el que nosotros pasamos. Más sufrimiento no creo que exista. Espero que ellos de alguna manera lo sientan también», confesó la madre de Marta.
Antonio del Castillo y Eva Casanueva esperan que «no pase como con ‘El Cuco' y el juez vea claras las pruebas». La vista de «Javi» fue el penúltimo palo para la familia. «Una gran decepción. Nos quedamos de piedra». Tres años de condena, de los que ya tiene cumplidos 28 meses, aproximadamente. Para la acusación particular, los hechos son claros y hay pruebas suficientes para condenar a los implicados. Por eso, los padres, más que la retransmisión del juicio, quieren «que toda España vea y tenga la sensación que tuvimos nosotros» de que todo está probado.
La posibilidad de que alguno de los acusados diga dónde está el cuerpo –algo que el juez de Menores, Alejandro Vián, sostiene en su sentencia que sabe «El Cuco»– se antoja remota, para la familia. «Es un deseo que no va a ser cumplido. Es lo único que quiero», aseguró Eva Casanueva. El «grado de maldad» de los implicados le hace descartar esta posibilidad, después de mil días de agonía en vida, múltiples comparecencias y un juicio ya celebrado.
El peor momento de la familia, entre sinsabor y quebrantos, «el día que le tuvimos que contar a sus hermanas qué ocurrió». «No se nos olvidará sus caras, porque ellas siempre creyeron que Miguel la tenía retenida». Tenían 11 y 13 años. «No cabía la posibilidad de que mataran a su hermana».
Sea cual fuere la sentencia final, siempre será «insuficiente» para la familia. Nada compensa la pérdida de una hija, su desaparición, las mentiras reiteradas y prolongadas, la ausencia de certezas…todo ello a cargo de unas personas que se decían amigos de la víctima. «La sentencia será algo con lo que tendremos que conformarnos. Es lo que hay». «Además, la mentira no está penada, así que estamos dando la imagen de que se puede mentir, se puede hacer daño y no pasa nada», añadieron.
Se trata, sin duda, del juicio del año. Hasta sala de prensa se ha habilitado en la Audiencia. La tercera o cuarta ciudad de España carece de instalaciones en los juzgados para los medios. Quizás no interesa facilitar el trabajo a los periodistas con tanto político pululando por el Prado para declarar por los ERE y demás. Las vistas serán cubiertas mediante señal institucional realizada por Canal Sur. Se han acreditado 150 profesionales de más de 40 medios.
Las tres primeras jornadas estarán dedicadas en exclusiva a Carcaño y el resto de implicados. «El Cuco» acude como testigo el martes 25. El magistrado encargado del juicio, Juan Romeo, ha admitido la declaración de 89 testigos más 14 peritos –a partir del 21 de noviembre–, esto es, 103 personas. Entre ellos, 27 policías nacionales que han investigado el caso, más los de la Policía Científica. También declararán los padres de Marta –el lunes 24, cuando se cumplen 33 meses de la desaparición– y el tío, Javier Casanueva –el 3 de noviembre–, la menor de Camas y sus padres, vecinos de León XIII, amigos de la víctima y personas del entorno de los acusados. Se escucharán las audiciones de las declaraciones anteriores y las reconstrucciones, a petición de la Fiscalía. Los tres últimas días se dedicarán a las pruebas documentales, las conclusiones y a la última palabra de los acusados. Alea jacta est.
«El Cuco», de acusado a testigo
«‘El Cuco' es ahora un testigo que puede ir absuelto, condenado por encubrimiento o por violación y asesinato», recordó Antonio del Castillo. El doble juicio puede dar lugar a «contradicciones». La familia piensa que «el hermano de Miguel puede ser el mayor beneficiario de que ‘El Cuco' salga absuelto». Si el entonces menor no estuvo en León XIII, no pudo haber amenazas.
Miguel Carcaño
- A sus 22 años, es el principal acusado. La Fiscalía ha pedido para el asesino confeso de Marta una pena de 52 años de cárcel por un delito de asesinato, dos de agresión sexual y otro contra la integridad moral. La familia añade la profanación del cadáver.
Samuel Benítez
- El amigo del asesino confeso cuenta con los cargos de encubrimiento y de un delito contra la integridad moral. La Fiscalía pide cinco años. Ya ha pasado nueve meses en prisión. Participó en la búsqueda y confesó los hechos ante la Policía, para retractarse después.
Fco. Javier Delgado
- El hermano de Miguel Carcaño, de 42 años, ha mantenido en todas su declaraciones una misma versión de inocencia. Está acusado de encubrimiento y amenazas a «El Cuco», lo que supondría una pena máxima de ocho años.
María García
- La novia del hermano de Miguel, de 34 años, hija de la directora de la Casa de la Provincia, Ángela Mendaro, está acusada de encubrimiento y de un delito contra la integridad moral. La Fiscalía exige cinco años de cárcel. Siempre se ha declarado inocente.
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