Elecciones en Estados Unidos

New Hampshire zona cero electoral

Estas primarias no sólo determinan a los candidatos, sino las futuras donaciones, vitales para la campaña

New Hampshire zona cero electoral
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MANCHESTER (NEW HAMPSHIRE-Para entender la seriedad con la que los votantes de New Hampshire se toman las elecciones primarias sólo hace falta ver a Thomas Tillotson, su hijo Neil y Stephen Barba contar los votos de Dixville Notch, una aldea de 12 habitantes. Este lugar junto con Hart´s Notch, de 41 personas, es el primero en ejercer su derecho al voto. Abrieron la mesa electoral a partir de la medianoche del lunes al martes. Mientras, el resto del estado eligió candidato a lo largo del día de ayer. Y los resultados fueron: en Dixville Notch, dos votos para el ex gobernador de Ma-ssachusetts Mitt Romney y el ex gobernador de Utah Jon Huntsman y uno para el ex portavoz de la Cámara de Representantes Newt Gingrich y para el congresista de Texas Ron Paul. Y tres para el presidente Barack Obama. En Hart´s Location, Romney consiguió cinco, Ron Paul se hizo con cuatro, Huntsman logró dos y el gobernador de Texas, Rick Perry, y Gingrich, uno. Estos resultados coincidieron de forma parcial con las últimas encuestas de Suffolk University-7 News, que dieron a Romney como ganador con el 33% de los votos, seguido por Ron Paul, con el 20%; Jon Huntsman, con el 13%, y Rick Santorum, con el 10%. La editora del periódico «Concord Monitor», Felice Belman, confirmó también estos resultados. «Romney es el candidato de Massachusetts, el estado vecino. Y tiene una gran casa de verano en New Hampshire. Es el político que todo el mundo conoce. Creo que este año el interés de la carrera reside en quién va a hacerse con el segundo y tercer puesto», explicó la periodista. Woody Smith, registrado como republicano, votó ayer por Ron Paul. «No me gusta Romney. Cambia de opinión constantemente. Es como una veleta», afirma en clara alusión a su cambio sobre el aborto.
En esta ocasión, las elecciones primarias de New Hampshire, conocido como el Estado del Granito, se han caracterizado por ser demasiado lentas debido a la hegemonía de Romney desde el principio, además de ser el político con mejor campaña. Belman recuerda que «ganar las elecciones internas en este estado es muy importante, porque todas las televisiones están aquí. Sirve para presentar al candidato a escala nacional y transmitir su mensaje a todo el país. Y también para ganarse la confianza de las personas que pueden apoyar de forma financiera a los candidatos de cara a las siguientes elecciones en otros estados», apunta. Después siguen Carolina del Sur el 21 de enero y Florida, el 31.
«New Hampshire es más liberal que Iowa y Carolina del Sur. Vemos que Huntsman se ha presentado como un político muy patriota con dos hijos en las Fuerzas Armadas», explica la periodista. Mientras, los políticos echan sus cuentas. Florida, con 50 delegados, es el premio gordo en la primera fase de estas elecciones internas. Pero se necesitan entre nueve y diez millones de dólares para llevar a cabo una campaña aceptable en este estado. Por eso, New Hampshire es la clave. El gobernador de Texas optó por abandonar el Estado del Granito antes de empezar. Y se centró en Carolina del Sur. También, se notó la ausencia de Gingrich. Ambos políticos tienen más opciones entre los votantes conservadores de este estado que en New Hampshire. Belman reconoció que «este año se ha echado de menos ver a los políticos hablando con los votantes», destaca. Ha sido una campaña atípica en la que ha sido fácil ver qué candidatos tienen la suficiente estructura de una gran campaña. El periodista Michael K. Lavers, editor de Edge Media Network, mantiene que «es prácticamente imposible ir en época electoral al supermercado en Manchester y no encontrarse o bien con un político, un periodista famoso o alguien del equipo de campaña. Pero sí veo una falta de entusiasmo. Creo que es debido a que el Partido Republicano está fracturado», destaca.
Estas elecciones de New Hampshire han decepcionado a casi todos. Son las menos dramáticas y más previsibles de los últimos años. Nadie ha llorado, como hizo en 2008 la entonces candidata del Partido Demócrata Hillary Clinton. Y los políticos tienen menos glamour. Roberta Smith recuerda que «nunca podré olvidar cuando Barack Obama me estrechó la mano y me dio las gracias por ser voluntaria en su campaña de New Hampshire». Pero eso ya es pasado. Y ahora ni siquiera los votantes demócratas están tan entusiasmados como hace cuatro años.