España

Cantautores rancios

La Razón
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Ayer dio comienzo una campaña electoral diferente a cualquiera de las que se han celebrado hasta el momento. Y la razón evidente: más allá de simpatías políticas o ideológicas, de lo que se trata es de garantizar con el voto la regeneración de un país como España que se encuentra en un estado moribundo e indiscutiblemente lamentable. En muy pocas ocasiones, la ciudadanía tendrá en el poder de su exclusivo voto la capacidad para transformar de una manera tan drástica el rumbo de una nación.

Evidentemente, el sentido del voto parece ir –según todas las encuestas- en la dirección de un castigo sin precedentes al Partido Socialista, y de la entrega de la responsabilidad de gobierno en el Partido Popular. El cambio se avecina. El problema es que, como ya ha sucedido en otras ocasiones, la inminencia de la derrota por parte del Partido Socialista ha motivado que la estrategia seleccionada por éste para atenuar el impacto del golpe sea la del maniqueísmo y el dibujo de una España sonrojantemente simplista y acartonada. Día tras día, los mensajes lanzados por los líderes socialistas se parecen más a los temas compuestos por esta clase de cantautores rancios, que todavía se empeñan en contar historias de fachas y progres, de lucha de clases y de ricos y pobres.

Desconozco en detalle quién es el encargado de engrasar esta maquinaria electoralista tan desfasada y polvorienta. Pero, desde luego, lo que no cabe duda es que se equivoca de cabo a rabo. Lo que menos necesita España en este momento es una sobredosis de ideología –y menos de ideología con olor a nafatalina. Los problemas reales que padecen diariamente los españoles son tan abrumadores y contundentes que ni siquiera el público más proclive hacia este tipo de escenificaciones y confrontaciones guerracivilistas se va a sentir cómodo. Los cinco millones de parados que asolan España son de ahora, de este mismo momento. Resucitar a los muertos no va servir para nada más que para dejar que los vivos empeoren en su estado. Si en algo tienen que esforzarse los líderes nacionales es en despejar el futuro, no en optar por una política retro de funestas consecuencias para cualquier democracia madura que se precie. Mucho me temo que frente al mensaje de cambio y de renovación del PP, el PSOE no va saber escapar de los estribillos claustrofóbicos de las rancias canciones de cantautor. 

 

Pedro Alberto Cruz Sánchez
Consejero de Cultura y Turismo