Dublín

Irlanda seguirá adelante con el referéndum pese a la victoria de Hollande

El primer ministro irlandés, el conservador Enda Kenny, aseguró hoy que no cambiará la fecha del 31 de mayo fijada para celebrar en este país un referéndum para ratificar el tratado de la Unión Europea (UE) sobre disciplina presupuestaria.

Kenny efectuó esas declaraciones después de que algunos opositores del nuevo texto comunitario hayan reclamado posponer la consulta tras la victoria en las presidenciales francesas del socialista François Hollande, quien ha indicado que quiere renegociar partes del tratado.

"Los irlandeses -aseguró hoy Kenny- decidirán por sí mismos el 31 de mayo y espero que sea con un rotundo Sí por el futuro de nuestro país y de nuestra gente", dijo hoy Kenny.

El jefe del Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas calificó de positivos los esfuerzos del próximo presidente francés para incluir reformas en el tratado de estabilidad, a pesar de que Alemania se opone a ello.

"Celebro que el presidente electo Hollande haya hablado de crecimiento e inversión, cuestiones sobre las que Irlanda se ha pronunciado junto a otros países durante los últimos meses. Claramente apoyamos esos principios como adiciones y complementos para el tratado existente", explicó Kenny.

El viceprimer ministro irlandés y titular de Asuntos Exteriores, el laborista Eamon Gilmore, también recalcó hoy que los planes para celebrar el citado plebiscito siguen adelante.

El "número dos"del Ejecutivo de Dublín efectuó esas declaraciones después de regresar de Francia, donde celebró junto a Hollande y otros socialistas europeos su victoria electoral.

El dirigente izquierdista irlandés aseguró hoy que los líderes europeos debatirán en las próximas semanas las propuestas de reforma del tratado de su colega galo.

Hollande quiere plantear a la canciller alemana, Angela Merkel, una reforma del tratado europeo firmado a principios de marzo pasado que incluya medidas de reactivación económica, como contrapeso al rigor presupuestario.

Los detractores del texto comunitario en Irlanda han pedido a los irlandeses que lo rechacen porque, dicen, perpetuará la políticas de austeridad de los Gobiernos de la UE.

Aún en el caso de que la mayoría del electorado irlandés diga "no"al tratado, esa decisión no impedirá que entre en vigor pues solo se precisa el apoyo de doce países de la UE.

El Ejecutivo de Dublín, no obstante, ha advertido de que el "no"provocaría el "descarrilamiento"del actual programa de ayuda de la UE y el Fondo Monetario Internacional a este país, cuantificado en 85.000 millones de euros, y lo situaría en "territorio desconocido".