Cantabria

Silván carga contra el Gobierno por ser poco claro con sus obras

El consejero avisa de que «lo peor está por venir» y denuncia que «pintan más bastos» para Castilla y León que para otras zonas.

El consejero de Fomento, Antonio Silván, rechaza la paralización de obras por el Gobierno en un pleno de las Cortes
El consejero de Fomento, Antonio Silván, rechaza la paralización de obras por el Gobierno en un pleno de las Corteslarazon

Valladolid- Inquietud, incertidumbre y preocupación. La sombra de la tijera con la que se podrían recortar los proyectos del Estado en Castilla y León es alargada para el consejero de Fomento de Castilla y León, Antonio Silván, quien, en una entrevista concedida a la Agencia Ical, se muestra convencido de que los anuncios ya realizados por el ministro de Fomento, José Blanco, «son sólo la punta del iceberg, porque lo peor está por venir».

Al respecto apunta que Blanco «anunció que en septiembre dará a conocer las obras que se ralentizan entre uno y cuatro años y las que se despograman». Algo que, a su juicio, es «realmente escandaloso y dramático, porque detrás de esos proyectos hay miles de trabajadores de la construcción y sus familias».


Claras prioridades
La Junta mantiene entre sus prioridades varias infraestructuras clave para la vertebración y cohesión del territorio: «no aceptaremos que se aplacen sine die la Autovía del Duero, la León-Valladolid y la llegada de la Alta Velocidad a las capitales de la Comunidad», sentenció Silván. Ahora bien, reconoce que no se puede negar la evidencia, porque «en el 2011 la A-11 no va a estar en obras como prometió Blanco».

El consejero apunta directamente al ministro: «Ya está bien de que ponga de ejemplo a Castilla y León cuando habla de supresiones o eliminaciones. Comenzó con la suspensión de obras del AVE a Cantabria por Palencia y la supresión a Galicia por Ponferrada. Por eso digo, el ministro de Fomento se baja del tren».

Además, recuerda, «el Gobierno ha anulado la licitación del desdoblamiento de la N-1 en Miranda de Ebro, en Burgos, por razones técnicas», una obra que se puso como ejemplo de inversión en el Plan Garoña, presupuestada en 600 millones de euros, para paliar el cierre de la central nuclear. «Un motivo más que demuestra que no piensan en Castilla y León», lamenta. Las previsiones del Ministerio garantizan, según Silván, las infraestructuras que tenían prevista su finalización en 2010 -el tramo Valladolid-Villanubla- y la Ronda Este de Valladolid, el resto están sujetas a la negociación con las empresas para reprogramarlas, diferirlas en anualidades o rescindirlas», pero la Junta pide que se respete lo previsto, aunque «se adecúe a las circunstancias». «Pintan bastos para todos, pero parece que ahora cuando las infraestructuras llegan a Castilla y León, pintan más bastos que para Andalucía o Para Cataluña».