Manises

El juez pide a 14 imputados en Emarsa una fianza de 25 millones

La Razón
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VALENCIA- El juez instructor del caso Emarsa, Vicente Ríos, pidió ayer una fianza por responsabilidad civil de 25 millones de euros a un total de 14 imputados en el caso Emarsa. Considera que se trata de una cantidad que de forma «prudencial» debe ser depositada para hacer frente a las responsabilidades que pueden derivarse de la investigación.

En un auto hecho público ayer por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el juez que investiga la actuación de la empresa pública Emarsa en la gestión de la depuradora de Pinedo, por la que ya hay 27 imputados, ordena que se embarguen bienes para cubrir dichas cantidades o se acrediten insolvencias.

El juez pide al expresidente de Emarsa, Enrique Crespo (PP), vicepresidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Manises, y al exgerente Esteban Cuesta, la totalidad de la cuantía reclamada de forma «solidaria y conjunta», mientras que al exdirector financiero Enrique Arnal le pide también fianza por 22 millones.
El abogado de Crespo anunció que recurrirá la resolución judicial porque, entre otros asuntos, aún no ha sido citado a declarar y no ha tenido la ocasión de dar testimonio para desmentir cuanto se dice en el auto.

Además de en la actuación de los directivos de Emarsa entre 2004 y 2010 (Crespo, Cuesta, Arnal), el juez observa indicios delictivos en Adolfo Polo, que fue responsable de Medio Ambiente en Emarsa y también socio de Datura Gestión y Agrológica Ecológica -empresas que facturaron a la depuradora- y otras personas y sociedades igualmente contratadas por Emarsa.

Por otra parte, atribuye responsabilidades a Eva María Marsal, pareja del exdirector financiero de Emarsa, como administradora de Management de Azafatas y Servicios, y a Juan Carlos Gimeno Gascón, exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, como directivo de Instituto de Empresa del Mediterráneo, CRM Adecua, Area Este, Dos Grados Network y Sanitar.

Así, cita a otras diez personas más y destaca que todos ellos entablaron relación comercial con la sociedad Emarsa, bien sin que mediara contrato alguno, bien tras abrirse expedientes de contratación que se van revelando llenos de irregularidades y sin que en ningún caso existiese publicidad en la contratación.

Indica que existen indicios racionales de que los suministros y servicios facturados a Emarsa o bien nunca fueron entregados o bien lo fueron en cuantía notoriamente inferior a la facturada, todo consentido por los directivos.