Distribución

La voz del cliente

La Razón
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Ganarán los que escuchen la voz del cliente. Los que apuesten por la calidad al coste más bajo posible. Los que no olviden que la clave de todo son las personas. Ganarán los que muevan ficha para mejorar costes. Es decir, los que tengan el valor de recortar lo que verdaderamente supone ahorro y es prescindible. No lo que resulta más fácil -llevándose a quien sea por delante-, que es a lo que se tiende. Eso lo hace cualquiera. Ganarán los que sean capaces de distinguir entre lo que añade costes y lo que añade valor, algo que se confunde tanto en la empresa pública como en la privada. La pregunta es: ¿estamos haciendo lo que el mercado pide y se necesita? ¿Sí o no? Lo repito: ganarán los que escuchen la voz del cliente. Los que sean capaces de echarle ganas, muchas ganas y abundante valor. Lo que pasa es que no todos tienen agallas para rectificar y hacer lo que hay que hacer. Es muy fácil echarle la culpa de todo a la crisis. Al Gobierno. Esperar que papá Estado lo haga todo. ¡Pues no! El compromiso de las empresas españolas con la Investigación y el Desarrollo -por poner un ejemplo- está muy por debajo del de nuestros principales competidores en la Europa de la Unión y fuera de ella. Mala cosa. Ganarán, en fin, la eficiencia y el ahorro. Los que arriesguen. Los que sean más listos que los conejos, que para quedarse donde están corren que se las pelan. Y, cuando les pisan los talones, corren como locos sin mirar jamás atrás.