Nueva York

La fotografía cotiza al alza

«Dovima entre elefantes», de Avedon, se ha vendido en París por casi el doble de su estimación en una subasta histórica para Christie's. La imagen, ya un arte mayor, vive uno de sus mejores momentos. Aquí no hay crisis.

«Dovima entre elefantes», récord para Avedon. A la izda., «99 cent II Diptych», de Gursky, la fotografía más cara vendida en subasta
«Dovima entre elefantes», récord para Avedon. A la izda., «99 cent II Diptych», de Gursky, la fotografía más cara vendida en subastalarazon

El mercado de la fotografía está pletórico. ¿La crisis? Ni está ni se la espera. Los más de 40.000 visitantes recibidos este fin de semana en Paris Photo, uno de los salones internacionales más importantes de esta disciplina, y los casi cinco millones y medio de euros cosechados el sábado en la subasta de 65 clichés de Richard Avedon dan fe del buen estado de salud de que goza este medio, hasta no hace mucho tiempo considerado un «arte menor».

«Desde hace ya algunos años empieza a haber un reconocimiento de la fotografía como un arte de pleno derecho. Tanto que las exposiciones tienen tanto o más éxito de público, incluso, que las clásicas de pintura» explica a LA RAZÓN Matthieu Humery, responsable de Christie's París y artífice de la exitosa venta monográfica dedicada al artista neoyorquino, célebre por sus retratos y sus instantáneas de moda.

La moda de la moda
No cree que se trate de un fenómeno de moda, sino más bien de un movimiento de fondo, duradero. «Empezó en 1971 con un primer círculo de iniciados interesados por la foto histórica, del siglo XIX, primitiva, posteriormente por los fotógrafos de entreguerras y a partir de 1990 por otras formas como la fotografía plástica, etcétera». De la nutrida selección que este sábado se dispersó en la parisina casa de subastas, muchas de las obras doblaron su precio de salida. Es el caso de «Dovima entre elefantes» (1955). Sin duda la foto más conocida de Avedon y para él una de sus favoritas. De hecho, esta copia de exposición en gran formato –la única existente en estas dimensiones, 216,8 cm x 166,7 centímetros– estuvo presidiendo su estudio hasta el final de sus días. Un valor sentimental, casi fetichista, que explica el precio alcanzado: 841.000 euros. Un récord para el fotógrafo, fallecido en 2004. Y también para Francia, pues es la foto más cara nunca antes vendida en una subasta gala. La modelo posa entre dos elefantes, enfundada en un elegante vestido de noche de Dior, diseñado por el desaparecido Yves Saint Laurent. De ahí que no resulte nada extraño que sea la propia maison Christian Dior (grupo LVMH) haya comprado la obra. «Una pieza única que se va a quedar en Francia, casi como un tesoro nacional», comenta Humery.

Un sicodélico retrato de los Beatles de tintes warholianos anotó la segunda mejor marca al ser adjudicado por 445.000 euros mientras que por la celebérrima imagen de Nastassja Kinski, desnuda y rodeada de una imponente pitón, se llegó a pagar, en una disputada puja, 85.000 euros, cantidad que triplicó prácticamente su estimación.

La prueba de que la fotografía de moda, menospreciada durante tiempo como una subespecie algo ligera, ha ido escalando posiciones. Hace unos años ese mismo cliché no hubiera, quizá superado, los cinco o diez mil euros. «Es un género que en los últimos tres o cuatro años ha experimentado un auténtico boom», añade el responsable de las subastas fotográficas de Christie's que confirma el alza constante, e imparable, de la cotización de este tipo de retratos.

Hasta hace apenas un lustro, sólo el alemán Horst P. Horst, uno de los pioneros en inmortalizar el mundo de la moda, podía presumir de haberse hecho un hueco entre los compradores de fotografía de colección. Más recientemente, nombres como Newton, Penn o Avedon disparan, también, las apuestas. «Sobre todo entre las nuevas generaciones. Los que han conocido, por ejemplo, la época de las ‘‘top-model'', como Naomi Campbell o Linda Evangelista, que hoy tienen cuarenta años y el poder adquisitivo, y saben apreciar tras el aspecto meramente comercial un auténtico valor artístico», analiza Humery, encargado también de la venta el pasado mes de julio del archiconocido retrato de Yves Saint Laurent. Un desnudo firmado por Jeanloup Sieff que marcó un récord para su autor al ser adjudicado por 39.400 euros. Igualmente exorbitante fue la cifra de 91.000 dólares desembolsada en abril de 2008 supuestamente por un coleccionista chino por una copia en blanco y negro de Carla Bruni, desnuda y cubriendo su intimidad con las manos, sacada a subasta por Christie's en Nueva York. Aunque, curiosamente, por la misma foto de la hoy primera dama, tomada en su época de modelo por Michel Comte, y subastada en París el pasado otoño, nadie ofreció ni siquiera los 6.000 euros de salida.

Más protegido

En cualquier caso, los 5,4 millones de Avedon han superado las expectativas de la Fundación que lleva el nombre del fotógrafo, que espera así financiar nuevos proyectos y también de la casa de subastas que, dado el resultado, cuenta con seguir organizando este tipo de ventas monográficas dentro de un mercado que está en auge y que se halla más protegido que el del arte contemporáneo, «mucho más especulativo» según los expertos. «Los coleccionistas y los compradores son ante todo amantes de la imagen en general y conservan las fotos que adquieren durante tiempo. Es raro que la vendan al cabo de tres años y si es así, el mercado se encarga de sancionar severamente este tipo de acciones», remacha Humery, quien ya prepara una nueva venta que promete dar que hablar. «Será más lúdica y divertida», precisa.

También más picante, pues los artistas galos Pierre & Gilles, cuyas composiciones de alto voltaje pueden sonrojar a más de uno, protagonizarán una subasta en mayo de 2011 con una treintena de sus provocativas obras.


Menos cara y fácil de transportar
La fotografía genera hoy el 7% de los ingresos mundiales de las subastas de arte contemporáneo y su volumen de negocio, según «Artprice», ha aumentado un 1.300 por cien desde finales de la década de 1990. El éxito de las ventas de fotografía está probablemente relacionado con varios factores, entre ellos, el hecho de que sus firmas estrella sean más asequibles que sus homólogas del mercado de pintura contemporánea y de que se trate de un soporte fácil de almacenar. La lista de los diez fotógrafos más cotizados en subasta la forman Gilbert & George, Richard Prince, Andreas Gursky, Edward Steichen, Cindy Sherman e Hiroshi Sugimoto, informa Vanessa Osuna.