Siria

Asad: «Siria no se doblegará»

La Razón
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Al mismo ritmo que fuera de las fronteras sirias las voces internacionales se alzan cada vez más contra los terribles crímenes que se cometen, el régimen de Bachar al Asad se hace más inflexible. La cerrazón y su empeño en mirar hacia otro lado se materializó ayer en las declaraciones del presidente sirio quien prometió tomar medidas enérgicas sobre sus oponentes a pesar de las amenazas de la Liga Árabe y aseguró que su país «no se doblegará», en una entrevista publicada ayer por el «Sunday Times». Asad explicó que los ataques al ejército sirio la semana pasada muestran cómo su Gobierno afronta operaciones armadas, no protestas pacíficas. «El conflicto va a continuar y la presión para subyugar a Siria continuará. Siria no se doblegará», dijo el mandatario, que insistió en que él personalmente lucharía y moriría resistiendo a las fuerzas extranjeras.

Además, el Gobierno sirio dijo ayer que el protocolo para el envío de una misión de observadores de la Liga Árabe a este país «rompe la soberanía nacional» y acusó a «partes árabes» de querer llevar la crisis siria al Consejo de Seguridad de la ONU. En una rueda de prensa, el ministro de Exteriores, Walid Mualem, aseguró, por su parte, que el envío de una misión de observadores debe ser el resultado de una negociación «y no algo impuesto, que ignora la coordinación con la parte siria». Mientras el enfrentamiento diplomático trata de poner freno a la insostenible situación siria, la represión en las calles continúa. Ayer mismo, al menos nueve personas murieron en las ciudades de Homs e Idleb, en una jornada en la que Damasco fue escenario de marchas multitudinarias a favor del presidente Bachar al Asad.

La confusión que impera en las calles sirias se materializó ayer en las dudas sobre la existencia o no de un ataque de los desertores. El Gobierno sirio negó que una sede del partido gubernamental Baaz en Damasco hubiese sido atacada por insurgentes, como había informado la oposición, y acusó a «partes árabes» de querer utilizar la Liga Árabe para internacionalizar el conflicto y llevarlo a Naciones Unidas.