VALLADOLID- El 22 por ciento del trigo blando nacional que se moltura en las 24 harineras de Castilla y León, que suponen el 18 por ciento de las industrias de este tipo del país. Así lo señaló la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, quien recordó que este cultivo puede ser una alternativas a las explotaciones de regadío durante una reunión con representantes de las federaciones de comunidades de regantes (Ferduero y Federebro) y de la Asociación de Fabricantes de Harinas de Castilla y León.

El encuentro tuvo como fin estimular las relaciones comerciales entre el sector productor y el transformador de trigo de alta calidad harino-panadera. El objetivo principal de esta reunión es adecuar la producción de este cereal a las demandas del mercado, dada la especial trascendencia de ambos sectores para la Comunidad, según señala en un comunicado la Junta.

Según las estimaciones de la Consejería de Agricultura y Ganadería, Castilla y León cuenta este año con una producción de 4.707.331 toneladas de cereal y con más de 62.000 cultivadores, situándose así como la primera Comunidad productora de cereales, con el 37 por ciento del total nacional.

Por primera vez en los últimos diez años, la mayor producción en esta campaña corresponderá al trigo, con 2.218.232 toneladas. Un potencial que hace que en la región operen 24 harineras, lo que supone el 18 por ciento de las industrias harineras nacionales, transformando el 22 por ciento del trigo blando molido en España. Dentro del trigo blando, se encuentra el trigo de gran fuerza harinera o alta proteína, que supone el 20 por ciento del trigo total molturado en la Comunidad, con una cifra cercana a las 200.000 toneladas anuales.

La Junta trasladó el compromiso de continuar, durante esta legislatura, con líneas de investigación para ofrecer al agricultor nuevas alternativas.