Barcelona
El Hermitage pidió 500000 euros al año a Alicante por abrir una sede
La pinacoteca rusa se instalará en unos pabellones del puerto barcelonés
Barcelona- «Nos hemos limitado a firmar un protocolo. Tendrá que preguntar al Hermitage». Esa es toda la información que facilitó ayer la conselleria de Cultura a este diario cuando se le preguntó por la sede que el Hermitage abrirá en Barcelona tras firmar el presidente de la Generalitat, Artur Mas, un acuerdo de colaboración con la viceministra de Cultura rusa, Alla Manílova.
La capital catalana ha sido la segunda opción de la gran pinacoteca rusa tras fracasar el pasado año las negociaciones con otra ciudad española. El ex presidente de la diputación de Alicante, Joaquín Ripoll, confirmó ayer a LA RAZÓN, que el pasado año mantuvo conversaciones con el Hermitage para abrir una sede en la ciudad levantina.
Cantidad importante
«Nos pidieron una cantidad económica muy importante. El Hermitage hace estas actuaciones porque tienen una falta de fondos», aseguró Ripoll. Preguntado el ex responsable de la Diputación alicantina por la cantidad, dijo que los rusos querían «unos 500.000 euros al año».
La intención era que la sede del Hermitage hubiera estado bajo el paraguas del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), algo que se habló con la embajada rusa en Madrid. Pese a la colaboración entre los dos museos en alguna exposición, las cosas no llegaron a buen puerto. «Hubo una especie de cortocircuito en nuestros diálogos y las vías de trabajo se cortaron», lamentó Ripoll.
Lo que por ahora es seguro es que la iniciativa, tal y como quiso subrayar ayer un portavoz de la conselleria de Cultura, «es privada. Nosotros no pagaremos nada». Detrás del proyecto se encuentra un empresario ruso llamado Valery Yaroslavsky y el estudio de diseño y arquitectura Ars Spatium dirigido por Ujo Pallarés. Esta empresa está especializada en la creación de espacios comerciales de lujo, especialmente en España y Rusia.
La sede del Hermitage se instalará en unos edificios protegidos junto al Hotel Vela, en el puerto barcelonés. Mientras las obras de adecuación se concluyen, la Generalitat quiere que algunas obras del museo puedan verse en «un espacio singular» de la ciudad. Fuentes museográficas consultadas ayer por LA RAZÓN creen que podría tratarse de uno de los pabellos que hay junto a las fuentes de Montjuïc o la Pedrera.
Por su parte, el presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, acusó al alcalde de la ciudad, Xavier Trias, de estar sometido «a los intereses electorales de CiU al dictado de la Generalitat de Mas». Fernández aseguró que si el Hermitage se acaba instalando «se confirmaría que Trias es el alcalde invitado de piedra de Barcelona».
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