En un mundo helado por Ana PASTOR

En España hay 1.400.000 hogares donde ninguno de sus miembros trabajan y 500.000 que no tienen ningún sistema de ingreso. Hay diez millones de personas en situación de «relativa pobreza» y otros 8 millones en situación de «exclusión». Son los datos que ha ofrecido Cáritas en un informe revelador de los estragos que la crisis económica ha producido. Cáritas atendió en el año 2010 a 950.000 personas, un incremento del cien por cien en 2 años. 300.000 acudieron por primera vez a los servicios de Cáritas, la gran mayoría de las personas venían derivados de los servicios sociales, que se están viendo desbordados. En esta situación límite para muchos, la familia cobra mas importancia hoy que nunca. Susan Sontag definió la familia como «el ultimo refugio de calor en un mundo helado». Es verdad, la familia es la institución mas valorada por la sociedad española y actúa hoy mas que nunca, como un factor de solidaridad de primer orden.

Debemos protegerla, promoviendo una política integral que la reconozca como un agente social insustituible. Necesita medidas de apoyo y más en estos momentos. Algunas de estas medidas, además de necesarias, son muy urgentes, como la protección de las familias con todos sus miembros en paro, o las que pueden perder su vivienda por no disponer de recursos suficientes para pagar la hipoteca, familias donde todos sus miembros son personas dependientes y las ayudas no llegan... Estas situaciones reflejan sin duda el impacto de la crisis en los que menos tienen y además nos han de hacer reflexionar que la familia en España tiene poco apoyo con carácter general y que si queremos devolver el dinamismo a nuestra sociedad, si queremos que juegue su inestimable labor de cohesión social, debe contar con el apoyo de las instituciones públicas. El último refugio sí, pero con apoyo.