CiU lanza a Duran como el antídoto contra la mayoría absoluta del PP

CiU necesita ser «decisiva» en Madrid porque es «la única» fuerza que «sabe defender con dignidad los intereses» de Cataluña. Josep Antoni Duran Lleida se expresó de esta manera el 1 de diciembre de 2008, cuando los consejos nacionales de Unió Democràtica y Convergència Democràtica le proclamaron por segunda vez candidato a las elecciones generales. Ayer esos mismos órganos ratificaron a Duran como cabeza de cartel por tercera vez a las generales y dijo: «CiU es la mejor formación para defender los intereses de Cataluña en Madrid».

Todas las elecciones al Congreso de los Diputados son iguales para CiU. Al menos, su objetivo siempre es el mismo: evitar una mayoría absoluta del PP o del PSOE y condicionar la acción del Gobierno con su grupo parlamentario. Para lograrlo, los nacionalistas siempre sacan brillo al papel que CiU juega en las Cortes, un papel que, subrayan, no corresponde al de comparsa del Gobierno por mucho que les acusen de salvar el cuello al presidente del Gobierno. «CiU no es la muleta de Zapatero, pero no lo será tampoco de Rajoy o de Rubalcaba», prometió Duran Lleida.

Los nacionalistas son muy conscientes de que, si no media una mayúscula sorpresa, el PP de Mariano Rajoy logrará una abultada victoria en las próximas elecciones. Por tanto, todos sus esfuerzos se centran en evitar que el PP arrase con una mayoría absoluta. «Nos jugamos mucho en estas elecciones. Cuando CiU ha tenido la sartén por el mango, las cosas han ido bien para Cataluña», dijo Artur Mas durante su intervención en la reunión extraordinaria de los consejos nacionales celebrada en el auditorio Axa de Barcelona.

Como presidente de la Generalitat, Mas se ha comprometido a impulsar durante esta legislatura el pacto fiscal en la línea del concierto económico, pero esta aspiración es incompatible con una mayoría absoluta del PP. Por eso, Mas insistió en que «votar CiU para evitar la mayoría absoluta del PP sirve para mucho».

El déficit fiscal
Duran va a tener el encargo de negociar buena parte de este pacto en Madrid y ayer explicó algunos de los argumentos que va a esgrimir: «Es insostenible que Cataluña continúe con un déficit fiscal del 9-10 por ciento. Cataluña ha sido siempre solidaria y quiere continuar siéndolo, pero la solidaridad debe tener límites», dijo. En este sentido, apostó por «disminuir el déficit fiscal». «Que nadie cometa el error de pensar que pueden seguir estrangulando a Cataluña. Ni el PP, con o son mayoría absoluta, ni el PSOE, con o sin mayoría absoluta, puede seguir desentendiéndose de Cataluña», comentó.

Pero, en realidad, es muy difícil que los nacionalistas impongan sus condiciones sin un gran resultado en Cataluña. De ahí viene su obsesión por identificarse al máximo con la comunidad catalana. «Nuestra fuerza es más fuerza para Cataluña. Cuanta más fuerza tenga CiU más para Cataluña será, para todos los que viven en Cataluña. Más economía, más trabajo, más sentimiento de pertenencia, más Cataluña. Éstas son nuestras divisas», proclamó Duran Lleida.

El otro ardid para atraer al electorado, otro clásico de CiU, es el de distinguirse de sus adversarios, subyugados a la disciplina española. Duran lo puso en marcha con maestría: «La gran debilidad de nuestro país es que de 47 diputados que salen escogidos en Cataluña, hoy solo pueden contar con 14: 10 de CiU, 3 de ERC y 1 de ICV. Con uno o dos diputados no se puede hacer escuchar la voz de Cataluña, hacer grupo parlamentario propio. Eso solo está al alcance de CiU. Y todavía menos condicionar la política económica, el pacto fiscal o las relaciones Estado-Cataluña. Solo un grupo parlamentario fuerte de CiU puede defender los intereses de Cataluña».