Elecciones generales
El 20-N costará más de 40 millones
La crisis ahoga a todos. Y los partidos políticos no son una excepción. Las formaciones políticas se verán obligadas a ajustar al máximo sus presupuestos electorales de cara a la cita con las urnas del 20-N porque como mucho podrán gastarse un tope de 41,6 millones de euros, cifra estimada una vez aplicada la reducción del 15 por ciento para cada uno de los procesos electorales, según la última modificación de Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General llevada a cabo el 28 de enero del presente año
Una normativa aprobada por consenso de todos los partidos políticos, a iniciativa del PP y que se puso en práctica por primera vez en la pasada campaña electoral de mayo, pero que se estrenará en unos comicios generales. Modificación que establece además que la publicidad exterior y en medios de comunicación se circunscriba a los quince días estipulados de campaña electoral.
Así las cosas, si se tiene en cuenta que los partidos gastaron en la campaña 2008 poco menos de 50 millones de euros (48.950.000 euros), la reducción supondrá un ahorro estimado de unos 7,3 millones de euros como mínimo. Porque cada formación podría decidir motu proprio reducir aún más ese 15 por ciento obligatorio establecido como tope máximo de gasto electoral. Un gesto que ya hizo Izquierda Unida (IU) en 2008, puesto que de los 6 millones de los que podía hacer uso, tan sólo gastó 4,5 millones de euros, y que, por ejemplo, en el PP ya tienen intención de imitar.
De este modo, tomando como referencia el presupuesto que cada partido manejó en 2008, y con la reducción del 15 por ciento en función de los resultados logrados en los comicios, los partidos invertirían aproximadamente los siguientes presupuestos para los quince días de campaña: el PP tendrá una partida de 17,34 millones; 15,81 millones están destinados al PSOE; a IU le corresponden 3,8; CiU podría gastarse 2,55 millones; ERC, en torno a 1,27 y por último, el PNV podría destinar 807.500 euros a su campaña electoral de noviembre.
Además, una vez celebradas las elecciones del 20-N, las formaciones recibirán un dinero extra por sus resultados electorales al margen del límite indicado anteriormente. Así, la subvención por escaño conseguido en el Congreso o en el Senado se ha congelado a 21.167,64 euros, mientras que las subvenciones por envíos de propaganda electoral establecen que se abonen 0,22 euros por elector en cada una de las circunscripciones en las que se presente candidatura al Congreso o Senado, siempre y cuando la formación constituya grupo parlamentario en una u otra Cámara.
En 2008, fue el PP el que más dinero gastó en su campaña electoral, con 20,4 millones de euros, seguido de cerca por el PSOE, con 18,6. Una partida que incluyó entonces los gastos de publicidad, federaciones y gastos públicos, así como el coste de toda la publicidad electoral que se envía por correo a los ciudadanos. En este último apartado, el PP destinó de su presupuesto total unos 6,7 millones, mientras que el PSOE gastó 6 millones. El tercero en discordia, IU, invirtió un total de 4,5 millones, de los cuales el 60% (unos 2,7 millones) se destinó al conocido como «mailing» electoral. Del resto de partidos con grupo parlamentario, fue CiU el que más gastó entonces, al destinar 3 millones de euros para su campaña. Le siguió ERC, que invirtió en torno a millón y medio de euros, mientras que fue el PNV el que tuvo que abonar la factura más corta, con unos 950.000 euros.
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