Estados Unidos

Rusia y China vetan la resolución de la ONU tras el brutal ataque

El doble bloqueo impide una condena unánime al régimen de Bachar al Asad

Rusia y China vetan la resolución de la ONU tras el brutal ataque
Rusia y China vetan la resolución de la ONU tras el brutal ataquelarazon

De nada sirvió el encuentro de ayer en Múnich de la jefa de la Diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en el que se esperaba que se llegase a un acuerdo para solucionar la crisis de Siria.
Mientras, desde Washington, el presidente Barack Obama condenó ayer lo que llamó «el asalto sin palabras del Gobierno sirio contra su propia gente de Homs. El presidente Bachar al Asad no tiene derecho a estar el frente de Siria, y ha perdido toda su legitimidad ante su pueblo y la comunidad internacional», indicó Obama.
Después de un año de negociaciones y una resolución vetada por Rusia y China en octubre del año pasado, los embajadores árabes y occidentales decidieron forzar ayer la votación con la esperanza de que Rusia decidiese abstenerse. Y así permitir que al menos se pudiese aprobar el texto con 13 votos a favor y dos abstenciones (China y Rusia). Como mínimo, se necesitan nueve «síes» para dar luz verde a un proyecto de resolución, siempre y cuando ningún miembro permanente (Rusia, China, Reino Unido, Francia y EE UU) bloquee la iniciativa. Pero nada de esto ocurrió. Después de reunirse con Clinton, el ministro Lavrov dio orden a su embajador en la ONU, Vitali Churkin, de vetar la propuesta presentada por Marruecos, la cual también fue bloqueada por China. Pero antes Vitali jugó un poco más con el resto de los diplomáticos del Consejo de Seguridad.
Cuando parecía que iba a ser posible votar una propuesta descafeinada contra Asad tras meses de negociaciones entre rusos y estadounidenses, Churkin volvió a imponer una condición más que sabía que Occidente no iba a aceptar: eliminar las palabras en referencia a las violaciones de derechos humanos del Gobierno de Asad, que ha matado a más de 5.400 personas desde que empezaron las revoluciones en Siria el pasado marzo. Fue entonces cuando Occidente decidió forzar el voto después de haber hecho ya bastantes concesiones a Rusia: borraron del texto de la resolución contra Siria las alusiones directas a la cesión del poder del presidente Bachar al Asad, un embargo de armas voluntario y sanciones. Pero Rusia lo quiso a su manera. Y esta vez quedó de manifiesto su aislamiento ante el resto de la comunidad internacional. Mientras en una situación poco frecuente, Estados Unidos y la Liga Árabe han estado siempre de acuerdo en el asunto de Siria.
Esta resolución hubiese llamado a la salida de las tropas sirias de las ciudades, la condena de violaciones de derechos humanos y la entrada de observadores internacionales. Desde el principio, Rusia, aliado y proveedor de armas de Siria, ha defendido la causa del presidente Asad contra su pueblo a pesar de los repetidos informes de la ONU y advertencias de una futura guerra civil que le espera al país si la comunidad internacional no interviene. Pero está más que claro que Rusia tiene otros planes.
Desde Siria, como informa F. Cicardi, todos aseguran que la solución tiene que venir de dentro de Siria, no de los países árabes ni de la ONU, aunque discrepan sobre cuál será y cómo terminará este conflicto. Afines y opositores a Asad reconocen que el régimen es aún fuerte, y que no caerá fácilmente, y muchos apuestan por el diálogo, algo que la oposición rechaza ya, tras toda la sangre vertida. Damasco confiaba ayer en el veto de Rusia, pero la incertidumbre sobre el futuro es grande y la ciudad permanece en una calma tensa.


EL PRECEDENTE
Octubre 2011
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha podido, por segunda vez, sacar adelante una condena unánime al régimen sirio. El pasado octubre, los votos negativos tanto de Rusia como de China tumbaron otro texto sobre Siria.