Países Bajos

Liberales y laboristas se disputan la victoria en las elecciones holandesas

La Razón
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Suspense electoral en Países Bajos. Los liberales de derechas (VVD) y los laboristas (PvdA) luchaban codo con codo anoche para hacerse con la victoria en las elecciones generales. Los sondeos a pie de urna concedían a ambos partidos 31 diputados. Pero ésta no fue la única sorpresa de la jornada. El ultraderechista Partido de la Libertad (PVV) fue el gran triunfador al conseguir doblar su número de escaños y convertirse en la tercera fuerza política. Su líder, Geert Wilders, se proclamó «el mayor vencedor» y aseguró «poder gobernar», aunque reconoció que «todavía tenemos que ver cómo es posible».Los primeros perjudicados por el auge del PVV son los democristianos (CDA) del primer ministro, Jan Peter Balkenende, que, con un escaño menos que los «ultras» (21), quedan relegados a tercera fuerza del Parlamento tras perder la mitad de sus diputados. Ante la magnitud de la derrota, Balkenende no esperó al escrutinio oficial y dimitió anoche como líder del partido. «Dejo de inmediato mi liderazgo en el CDA y no pasaré a formar parte del Parlamento», anunció ante sus simpatizantes. Balkenende, que ha presidido cuatro Gobiernos en ocho años, admitió que el resultado era «muy decepcionante».Por detrás de estos cuatro partidos, se colocan otras formaciones pequeñas en cuyas manos estará la formación de la futura coalición de Gobierno. Los izquierdistas del Partido Socialista (SP), que aglutinaron en el pasado el voto de castigo contra los laboristas, pierden nueve escaños y se quedan en 16 diputados. En cambio, Los Verdes y los liberales-demócratas (D66) mejoran sus resultados de 2006 al cosechar 11 y 10 escaños, respectivamente.Según la empresa demoscópica TNS Nipo, muchos votantes del SP, Los Verdes y D66 podrían haber cambiado su voto a favor del candidato laborista, Job Cohen, para evitar el giro a la derecha que predecían las encuestas.Una posible alianza entre liberales, laboristas, verdes y demócratas sumarían 83 escaños en un Parlamento de 150, pero sería difícil por las diferencias en los programas políticos de los dos primeros, que se diferencian sobre todo en el hincapié más o menos social a la hora de aplicar los ajustes presupuestarios. No obstante, con un Parlamento tan atomizado como el que dibujaron anoche los sondeos, parece ser la única opción para formar un Gobierno estable. Si prosperara, se reeditaría la coalición «púrpura» que encabezó el laborista Wim Kok entre 1994 y 2002, pero ahora con el liberal Mark Rutte como primer ministro. El segundo escenario, una alianza de derecha entre liberales, democristianos y ultraderecha se quedaría con 75, a un escaño de la mayoría absoluta. También una alianza progresista entre laboristas, socialistas de izquierda y verdes se quedaría corta.La participación electoral en estos comicios se situó, según los datos provisionales, en un 74%, la más baja desde 1998.