Zaragoza

Las 803 olvidos de Garitano

Bildu reabre una y otra vez las heridas del pasado. Las últimas declaraciones del diputado general de las Juntas de Guipúzcoa, Martín Garitano, continúan con las polémicas en torno a la coalición abertzale al calificar, el pasado jueves, como «más que un error» los atentados cometidos en Cataluña.Bildu que en numerosas ocasiones ha defendido que no es el momento de recordar a las víctimas, se olvida así de los 803 asesinatos que se cometieron en el resto de España.

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Garitano omite así de su discurso, por ejemplo, a los 12 guardias civiles que perdieron la vida el 14 de julio de 1986 en la madrileña plaza de República Dominicana o cuando ETA mató en el atentado a la casa cuartel de Zaragoza a 11 personas, entre ellos 5 niñas, el 11 de diciembre de 1987.

Los «olvidados»

Aunque Bildu no las mencione, las víctimas siguen ahí, y en la memoria perduran los asesinatos perpetrados por la banda terrorista desde que cometiera el primero en 1960, cuando una bomba acabó con la vida de una niña de tan sólo 22 meses.

Pero ella sólo engloba un número más de una cifra que se ha extendido hasta un total de 857 víctimas, de las que Garitano únicamente recuerda a las 54 asesinadas en Cataluña, y no a todas.
Han pasado 61 años de horror desde que ETA comenzara a exigir sus reivindicaciones a golpe de pistola, y desde entonces, más de 20 niños han perdido la vida en las acciones terroristas de la banda.

Las palabras del diputado general de Guipúzcoa se quedan cortas ante la larga lista de asesinatos etarras. No es posible olvidar a los cinco guardias civiles que fallecieron en el atentado de la calle Juan Bravo de Madrid el 25 de abril de 1986 o los otros seis que murieron en 1980 en Ispáster (Guipúzcoa), entre muchos otros que engloban la lista de lo más de 800 inocentes que murieron en manos de ETA.

 El menosprecio que la coalición abertzale está haciendo a las víctimas a través de sus declaraciones, intentando diferenciar unos asesinatos de otros, es rechazado por instituciones, asociaciones y sobretodo por las víctimas que se muestran unidas , calificando de «repugnantes» e indignándose con las palabras vertidas por Martín Garitano.
Son víctimas que todavía esperan que Bildu admita que también fueron «más que un error».