Brasil
Una nueva «semilla» de caña de azúcar que rinde un 10% más
Syngenta inaugura en Brasil la primera planta a nivel internacional que produce Plene, una plántula de caña de azúcar tratada que incrementa en más de un 10% la producción, ahorra un 15% de costes, ocupa un 2% menos de suelo y es más resistente a las sequías
A pesar del aumento de un 4,7 por ciento del área de caña de azúcar plantada en Brasil, la estimación para la cosecha de este año bajará en un 5,6 por ciento (35 millones de toneladas menos de caña de azúcar) respecto al período anterior, según la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab). Varios son los motivos, quizá el principal sea el clima, un excesivo frío este año. Lo que ha llevado a Brasil a tener problemas para abastecer su demanda interior de etanol, a pesar de ser el mayor productor de caña de azúcar del mundo.
Y es en este contexto, la innovación de Syngenta podría ser si no la solución al menos de gran ayuda. La compañía ha inaugurado la pasada semana en Itápolis, al noreste del estado de São Paulo, la primera planta a nivel internacional que produce Plene, una plántula de caña de azúcar que incrementa entre un 11 y un 13 por ciento la producción.
Pero vayamos por partes. Este aumento no se da en la primera de las cinco cortas que tiene la caña de azúcar. De hecho, «el agricultor comprobará en los cuatro meses de la primera cosecha que al principio el Plene crece muy lentamente. Eso es porque desarrolla unas raíces más grandes que la caña de azúcar tradicional, lo que la hace más resistente frente a las sequías. De modo que al acabar la primera cosecha producirá la misma cantidad. La diferencia la notará con la segunda, cuando tras el primer corte producirá entre 15 y 20 toneladas más por hectárea que con el tradicional y así progresivamente (aunque este nivel siempre será menor que en la primera corta, cuando en ambos casos se obtiene la mayor producción)», explica a este semanario Daniel Bachner, director global de caña de azúcar de Syngenta.
«Además –prosigue–, con el Plene el agricultor ahorrará un 15 por ciento de costes, sobre todo por la menor mano de obra que requiere» y porque mientras que un cultivo tradicional necesita plantar 18 toneladas de caña de azúcar por hectárea, con Plene se necesitan sólo 12 por hectárea.
Asimismo, el agricultor que cultive Plene ocupará un dos por ciento menos de suelo, ya que no necesitará destinar este espacio para cultivar los plantones. El secreto: el tratamiento químico que se da a la plántula después de una laboriosa selección y clonación.
Cómo se obtiene
Para la producción del Plene, esta «semilla» (aunque realmente no lo sea, ya que la caña de azúcar no tiene semilla) pasa por cuatro procesos de nueve meses cada uno según los técnicos de la planta. La primera fase, preprimaria, tiene lugar en el laboratorio, donde el personal técnico de Syngenta procede al tratamiento hidrotérmico de la plántula. Después, al tenerla durante dos semanas a 40ºC germina. De cada planta se harán 5.000 copias y una vez que crezca se corta y se vuelve a mandar al laboratorio. Después tiene lugar la siembra primaria, en la que se cuidará cada detalle, como la temperatura y el agua que precisa la planta, para después volver a cortarla y empezar de nuevo con una nueva siembra. El resultado, tras 36 meses, todavía no es Plene, para ello tendrán que transcurrir tres días en los que, tras cortarlo en piezas de sólo cinco centímetros de tamaño, se añadirá el tratamiento químico, tres productos químicos de Syngenta (Cruiser, Ginasty y Avicta) que hacen de insecticida, fungicida y de escudo frente a los nematodos. Después, el Plene, con color rosado, se meterá en sacos de 840 kilos.
Respecto a la inversión, Syngenta ha destinado 79 millones de euros en la planta de Itápolis, un dinero que previsiblemente amortizará rápido, ya que, además de vender la producción de Plene de los próximos tres años, prevé alcanzar «los 500 millones de euros al año en ventas después de 2015», concluye Bachner.
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