Cataluña

OPINIÓN: Consciencia virtual

La Razón
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El ministro Blanco pone la mano en el fuego por sí mismo. Según ha declarado: «Soy creyente, hago examen de consciencia todos los días y no tengo nada de lo que arrepentirme». Como diría Einstein: «Dios no juega a dados». Y el ministro Blanco hace trampas al solitario. Se nos presenta como un ser humilde, bondadoso, honesto y todo lo que acaba en «oso». A veces parece que nos quieren tomar por idiotas.
Hay una vara de medir. Esta es larga o corta según el partido político que comete una irregularidad. Pero es más. También según las decisiones que uno tome en la vida. José Blanco, como Alfredo Pérez Rubalcaba, son culpables en gran medida de la actual situación económica. No han tomado las medidas necesarias para afrontar la crisis.
Eso sí, Blanco hace examen de consciencia cada día. Deben ser unos breves segundos y cuando está a punto de dormir. De tener consciencia no hablaría así y hubiera actuado de una manera diferente.
Como dijo Salvador de Madariaga: «La conciencia no nos impide cometer pecados, pero desgraciadamente si disfrutar de ello». Esta es la realidad del ministro Blanco. Ha pasado sin pena ni gloria por un gobierno. El peor de la historia de España. El se siente tranquilo y satisfecho mientras miles de españoles no llegan a final de mes. Debe dormir tranquilo mientras otros tienen insomnio. Esta paradoja de la vida nos lleva a una reflexión. Mientras unos somos conscientes de la realidad actual, otros viven tranquilos en un mundo virtual. ¡Y así vamos!
mergida representa sobre el PIB?
La economía sumergida es un termómetro de la calidad institucional de un país. Otro indicador que da una medida consistente es que España ocupa el puesto 147 –por detrás justo de la República Democrática del Congo- en facilidad para iniciar una actividad empresarial según el informe Doing Business 2011 del Banco Mundial. Por ello lo inteligente es curar la enfermedad subyacente del excesivo intervencionismo. Con reformas institucionales y económicas no sólo habrá crecimiento y oportunidades para todos sino que, de paso, se reducirá la informalidad.