Hizbulá envió el avión espía derribado por Israel

JERUSALÉN- Casi una semana después de que un avión espía no tripulado entrara en el espacio aéreo israelí y fuera derribado por dos aviones F-16, el jefe de la organización chií Hizbulá confirmó desde Líbano: «Nosotros lo enviamos, no es la primera vez, ni será la última». Lo singular de la «admisión» es que Hasan Nasrala confirmó además que el «drone» es de fabricación iraní, algo que no sorprendió a los israelíes, conscientes de que el patrón de Hizbulá es el régimen de Teherán.

Pocas horas antes, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, había dado a entender por primera vez que Hizbulá estaba detrás del envío del «drone». «Israel actuará con determinación para defender a sus fronteras por mar, aire y tierra». Según él, su país actuará «tal como lo hizo el fin de semana al frustrar el intento de Hizbulá de enviar un avión no pilotado al espacio aéreo de Israel». Sin embargo, la situación sobre el terreno es más confusa, ya que por un lado es cierto que el «drone» fue captado y detectado mucho antes de entrar en el espacio aéreo hebreo, pero por otro, fue destruido cuando se hallaba 55 kilómetros tierra adentro.

El sábado por la mañana, radares de la Fuerza Aérea captaron un dispositivo no identificado fuera del espacio aéreo israelí, lo siguieron durante largo tiempo y finalmente se dio la orden de derribarlo cuando sobrevolaba el sur del país, en el desierto del Neguev. Altas fuentes israelíes aclararon que lo habían captado previamente, pero no lo destruyeron porque aguardaban a que se hallara en un punto donde su caída no pusiera en peligro a nadie.

Para Hizbulá, ésas son excusas. En una entrevista en Al Manar, su canal de televisión, Nasrala reividicó pública y formalmente el envío del «drone» a Israel, destacando que «sobrevoló instalaciones delicadas» y señaló luego que estuvo «muy cerca» del reactor atómico de Dimona. Al parecer, fue derribado a unos 30 kilómetros del mismo. Durante la entrevista, Nasrala procuró dejar la imagen de un Hizbulá poderoso: «Hoy [por ayer] revelamos una pequeña parte de nuestra capacidad y está claro que mantendremos oculto el resto». «Podemos llegar a cualquier punto que queramos», advirtió desafiante.

Irán robó el secreto
Irán capturó en diciembre de 2011 un «drone» RQ-170 Sentinel de EE UU cuando el avión no tripulado entró en su espacio aéreo durante una misión de espionaje sobre los centros nucleares iraníes. Teherán aseguró después haber descubierto los secretos del aparato necesarios para construir su propio «drone».